Si estás viviendo esta cuarentena y todavía no entiendes por qué no has aprendido chino y física cuántica—mientras comes saludable y haces al menos una hora diaria de yoga y pilates—créeme… no estás solo/a.
La realidad es que en tiempos de una pandemia, donde los precedentes no existen, se vale querer comer algo rico en casa, se vale usar tu tiempo para el ocio, se vale terminar cansado después de días de hacer home office o homeschooling (¡o ambos!) desde casa. Y también se vale entender que si puedes hacer todo esto —si tienes un techo, trabajo, escuela, o no tienes que enfrentar el virus en el frente de batalla—tienes un gran privilegio sobre el cual reflexionar es de suma importancia.
Todos estamos viviendo situaciones muy diferentes, pero una cosa que tenemos en común es que todos estamos tratando de adaptarnos a algo nuevo. A medida que lo hacemos, no seremos perfectos. Y eso está bien. El hecho de que estés en cuarentena no significa que debas volverte yogi, políglota, profesor experimentado o la competencia de Bárbara de Regil.
Estaba leyendo el newsletter de una amiga recientemente y, mientras describía esta tensión, señaló lo siguiente: "Yo ya estoy trabajando desde casa. Entre eso, las labores domésticas y cocinar todos los días tres comidas, realmente no es que así como “wow, cuánto tiempo libre, voy a aprender ruso y sánscrito.”
Estas palabras, aunque simples, fueron increíblemente útiles. Pusieron sentido alrededor de una idea que me hacía ruído, pero que todavía no había podido (o no me había atrevido) a vocalizar.
Si también te sientes de esta manera, aquí hay algunas otras verdades que con suerte te ayudarán a darte cuenta que no estás solo:
- Escucha a tu cuerpo
Es normal que en este tipo de situaciones comamos mucho más, pero intenta llevar una dieta saludable, mantener tus horarios de sueño y realizar, aunque sea, una actividad física. Procura mantenerte en contacto con otras personas, si vives solo es muy importante que sigas conectado, llama a tu familia y amigos e informales cómo te está yendo ¡y pregúntales también cómo les va! No te sientas culpable por comer un pedazo de pan dulce, o de caer con una coquita light.
- Pedir ayuda no es de débiles
Incluso en tiempos normales, pedir ayuda no es debilidad. Es valentía. Es sabiduría. Todos necesitamos ayuda, la mayoría de nosotros no somos lo suficientemente valientes como para pedirla. Recuerda que si eres parte de la comunidad Anáhuac Mayab, te podemos brindar apoyo como parte de nuestra campaña de #AmbientesSeguros. Si necesitas ayuda, acércate a nosotros.
- No te compares
Es muy fácil estar aislados y comparar tu situación con la de los demás, particularmente a través de las redes sociales, y más particularmente a través de Instagram. Recuerda que todos subimos un perfil “curado” y sólo mostramos lo bueno de nuestras vidas. A menudo verás muchas publicaciones que te harán sentir FOMO*, pero recuerda, todos estamos pasando por lo mismo: ¡Hasta las celebridades!
*FUN FACT: el creador del término FOMO, Patrick J. McGinnis dio una conferencia en nuestra Universidad hace un par de años para nuestros alumnos del Máster Global e Intercultural sobre “Cómo emprender sin dejar de trabajar y estudiar ¿Ya ves que no estás solo?”
Recuerda, el proceso de adaptación es largo. Si podemos parar un momentito para darnos cuenta de que no podemos tener todo resuelto en un par de días, será ese el momento de replantearnos cómo abordamos las cosas e ir a nuestro propio ritmo.