Un postre para el corazón

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Por: Redacción

20 de mayo del 2020

Hay platillos que nos recuerdan a nuestra casa, uno de ellos es el arroz con leche. Ya sea por su fácil preparación o por su gran sabor, el arroz con leche llegó para conquistar nuestros corazones.

 

Muchos creerán que el arroz con leche es mexicano; es difícil no encontrarlo a lo largo y ancho de nuestro país, desde en una fondita o una cocina económica, hasta el bufete de un hotel de cinco estrellas. Pero tristemente no lo es, es más bien un postre creado en algún rincón de la vieja Europa.

 

Algunos aseguran que nació en Francia, otros que en España cuando los Reyes Católicos reconquistaron las tierras ocupadas por los árabes. Pero en lo que sí concuerdan, es en que el primer uso que se le dio en Europa fue con leche.

 

Una de las historias que más suena es que, al rey de Francia, Luis IX, se lo prepararon con leche de almendras y canela, en una comida a la que asistió Santo Tomás de Aquino en el siglo XIII.

 

En sus inicios, o por lo menos eso aseguran algunos, el arroz con leche se preparaba con miel. Después se pasaría a usar la caña de azúcar, hasta que se comenzara a usar la azúcar blanca refinada. Los primeros arroces con leche no serían blancos, sino de un color tostado, esto debido a que se utilizaba azúcar morena en su preparación.

 

Pero parece que el arroz con leche no tiene un lugar de origen, sino que es un platillo del mundo. En Turquía hay un postre llamado Sütlaç mientras que en la India hay un postre tradicional de pistache con crema de arroz con leche. Pero hay más, en Alemania se le conoce como Milchreis, en Bosnia es Sutlija, en Holanda es el Rijstebrij, en Inglaterra es Rice Pudding, en Islandia es Grjónagrautur y en Noruega es Riskrem; entre tantos otros.

 

Preparar el arroz con leche es sumamente fácil, lo difícil será no comértelo mientras lo preparas.

  • Coloca arroz en cacerola grande con agua, una raja de canela.
  • Calienta a fuego fuerte hasta que comience a hervir, baja el fuego y tapa hasta que casi absorba toda el agua. Agrega la leche y el azúcar, sube el fuego y mueve hasta que espese.
  • Agrega la vainilla y cocina 2 minutos más. Retira del fuego y deja enfriar 25 minutos.

¡Listo! Ya tienes un postre delicioso para disfrutar en casa. Si lo tuyo es la repostería, checa los diplomados de la Escuela de Gastronomía.

 

* Escrito por Mario Ovies y publicado en la revista Vida Anáhuac.

Revista Vida Anáhuac Mayo 2020

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