Ana Laura Puig y Eduardo Calvo nos comparten su visión arquitectónica al momento de desarrollar proyectos como el galardonado Hotel Chablé Resort & Spa.
“El proceso de desaprender es tan importante como el de aprender, olvidar es tan importante como recordar y la incertidumbre es tan importante como la certidumbre”.
Esta frase del arquitecto Juhani Pallasmaa ha sido la guía para Ana Laura y Eduardo al momento de inicia cualquier proyecto arquitectónico. Así lo señalaron durante la catedra prima Desaprendizajes, dirigida a alumnos de la Escuela de Arquitectura.
Ambos, socios de Central de Proyectos SCP, señalan que es importante ser humildes, ya que les parece más sensato aprovechar cada ocasión para aprender. Eduardo Calvo señaló que una frase resume su forma de trabajar: “replantearnos las razones por las que tomamos cada decisión de diseño para la aproximación a cada problema”.
Eduardo considera que aproximarse a la arquitectura desaprendiendo las experiencias te deja ver los dos lados de un proyecto, el acto intelectual y el acto sensorial. Señaló aquí que los despachos se casan con alguno de los dos, dejando de lado la profundidad del proyecto, y que es ahí donde ellos han buscado enfocarse.
“Buscamos el hilo conductor, para dar soluciones que sean simples pero que sean de un solo gesto” explicó. Los especialistas compartieron algunos de sus proyectos, los retos que implicaron y las soluciones que encontraron para llegar al resultado esperado.
Uno de los proyectos que presentaron fue el Hotel Chablé Resort & Spa, reconocido en 2017 por la Unión Internacional de Arquitectos y la Unesco como el mejor hotel del mundo. Mientras que, en 2018, su restaurante IXI’IM recibió el Prix Versailles por la reutilización de la casa de máquinas de la antigua hacienda henequenera. Ana Laura y Eduardo comentaron paso a paso el proceso de la construcción del hotel. Asimismo, recalcaron la importancia de respetar la hacienda original, su historia y la comunidad en la que se encuentra.
Durante la cátedra, Ana Laura y Eduardo compartieron su visión arquitectónica, sus técnicas al trabajar, así como la importancia de involucrarse en todo el proceso, hacerlo ellos mismo, para entender con lo que están trabajando.
Eduardo recomendó a los alumnos construir en algún momento lo que diseñen con sus propias manos, esto para que mejore mucho su visión de diseñar para construir. Señaló que de esta forma “asumes lo que diseñas”.
Por su parte, Ana Laura explicó que los procesos que llevan en su empresa se rigen por un principio: “siempre debe existir una retroalimentación, que todo proyecto esté contemplado en una visión constructiva, esto significa que sea realizable. Que los diseños no se alejen de la realidad, que se puedan construir” detalló.