Toda oficina tiene a esa persona a quien todos recurren por saber de cualquier tema posible y por conocer a todos y todo - ¡hasta en la tuya hay uno/a!
Los nombramos imprescindibles ya que piensas en ellos cuando no sabes a quién contactar o por dónde empezar algo; claro, ¡sabes que tendrá la respuesta a tu problema!
Admítelo: tu lugar de trabajo no funcionaría si no estuviera.
Si tu propósito de año nuevo es mejorar en el ámbito profesional, ser como los mencionados sujetos y sobre todo, ser un eslabón crítico en tu equipo de trabajo, te damos 4 consejos comprobados para lograrlo este 2018:
1- Evalúate a ti mismo de manera crítica y formal
Lo más seguro es que en tu trabajo tengas evaluaciones rutinarias de desempeño, o bien un feedback constante cortesía de tus jefes, pero también es importante que te auto-evalúes y fijes tus propias metas y expectativas, porque de otra manera caerás en un ciclo de confort sin crecimiento.
Si el tiempo es la moneda más preciosa que tenemos, entonces invierte tiempo en ti. Haz una bitácora de las cosas que han salido bien y mal, las que dominas y las que no; además, enlista tus capacitaciones, talleres y simposios (aunque no tengas) y recopila métricas relacionadas a lo que hagas. Delimita claramente qué cumpliste y qué no. Al evaluarte de manera crítica te darás cuenta de que, aunque sea algo que realizas todos los días, puedes mejorarlo si te retas a ti mismo.
2- No te quedes callado ¡habla!
¡No a todos se les da de forma natural y eso está bien! Aprender a comunicarse efectivamente con el equipo, con tu jefe y (en particular) con tus clientes no es una tarea fácil, pero te garantizamos que mejorará tu tasa de efectividad. Es útil para explicar por qué algo no funcionó, pedir un aumento o cobrar, si eres jefe o freelance.
De igual forma, recuerda que lo único que no se vale en el trabajo es quedarse callado. No tengas miedo a decir las cosas u a opinar, aunque sea algo incorrecto o poco convencional, o incluso a mencionar que no entiendes un concepto. Si no lo haces, la gente puede dar por sentado muchas cosas que te pueden perjudicar, o en el peor de los casos, llegarán a pasar por alto tu valioso punto de vista. Además, al dominar la comunicación puedes solicitar oportunidades para mejorar; si estás buscando trabajo, verbaliza el hecho de que estás dispuesto a aprender y si ya tienes, aplica la del megáfono: da a conocer tus ideas.
Y esto va mucho más allá de lo tradicional. Toma en cuenta la comunicación verbal y no verbal en el área de trabajo. Pero ese es un tema para otra ocasión.
3- Toma cada oportunidad que se te presenta
Te voy a contar una pequeña anécdota. Hace un tiempo, no sabía exactamente cuál iba a ser el camino que tomaría mi vida laboral. Estaba yo, recién egresada, buscando senderos que me permitieran crecer como persona y como profesional, pero mis ojos y oídos se centraban a cosas que ya sabía hacer, o que dominaba y buscaba explotar en el mercado. Todo iba gris, hasta que un cambio 180º de área se me puso enfrente, casi sin buscarlo.
¿Qué debía hacer? ¿Tomar el riesgo y aprender, desde abajo? ¿Negarme y tener paciencia ante un futuro incierto? No te voy a hacer esto algo clickbait: dije que sí y te puedo asegurar que ha valido cada minuto.
No obstante, te sorprenderá saber que no hay respuesta correcta o incorrecta cuando te hacen esa pregunta, pero lo que te quiero decir está claro: ¡no te cierres a nada! Yo dije que sí a un cambio de área de especialización, pero a ti te podrán llegar con ofertas como una mudanza, un movimiento a otro departamento o incluso algo que sacude tus cimientos como profesional. Analiza, haz listas de pros y contras, pero nunca descartes o aceptes sin pensar ¡Toma el riesgo!
Incluso, si ya estás laborando formalmente en una empresa, es importante que tomes las riendas aun cuando sean cosas simples y menos dramáticas; cuando asumes este tipo de responsabilidades, estás apoyando directamente a tu jefe y a tus compañeros, además de que puedes aprender nuevas habilidades y hasta puede generar la posibilidad de que en el futuro esta actitud se traduzca en un ascenso o una consideración económica a fin de año.
4- Haz que tu jefe y equipo luzcan bien
La gente valora a quienes los ayudan a hacer mejor su trabajo. Por eso, intenta entender el mindset de tu jefe y lo que está tratando de lograr con las actividades diarias o a corto y largo plazo. Hazte uno con las metas del departamento o equipo, y una vez que entiendas el contexto global, es entonces cuando sabrás en qué parte encajas y podrás priorizar y enfatizar tus esfuerzos en esta iniciativa.
De esta forma, no sólo apoyarás el crecimiento del equipo, sino que te pondrás en evidencia como uno de los que ayudaron a que esto suceda.
Ahora que ya sabes que tú también puedes ser una de esas personas indispensables en el trabajo, ¿qué esperas para poner estos consejos a prueba? Fija metas que puedas cumplir, evalúate de manera semestral y ponte a disposición de tu jefe/a o superiores… y verás que muy pronto estarás brillando en el ámbito profesional.