Es un momento emocionante: después de cuatro —o tal vez cinco— años, tu hijo finalmente terminará la universidad. Si bien pudo haber aprendido muchas cosas de sus profesores y experiencias durante este periodo, la aventura de navegar el mundo apenas comienza.
Sin embargo, un detalle que se discute poco es que algunas de las lecciones más importantes para los recién egresados son las cosas que no aprendieron en el salón de clase; es aquí donde tú, como padre de familia, puedes apoyar.
En esta ocasión, y como sabemos que la entrada al mundo laboral no es poca cosa, recopilamos los mejores consejos que le puedes dar a tu recién egresado en su entrada al mundo laboral:
Tranquilo: su primer trabajo no será el último
Conforme se va acercando la fecha de la graduación, muchos padres de familia se preocupan de que su hijo o hija tome una decisión equivocada cuando se trata de su primer trabajo. Este estrés a menudo se contagia de padre a hijo, y se convierte en un círculo de nunca acabar. Si es un temor que con frecuencia les invade a ambos, les tenemos buenas noticias: no existe una decisión correcta o incorrecta… porque su primer trabajo no será el último.
Así es: la economía y el mercado laboral han cambiado mucho para las nuevas generaciones. Contrario a lo que se vivía en décadas pasadas, cuando permanecer en el mismo trabajo toda la vida era la norma, hoy en día es normal entre jóvenes cambiar de trabajo cada dos o tres años… e incluso de área.
¿Y qué significa esto? Que la actitud correcta en estos tiempos es dejar de preocuparse por encontrar el trabajo “perfecto” y enfocarse en las habilidades que se desarrollarán a lo largo de la carrera profesional, o bien, buscar un lugar de trabajo que te proporcione el primer empujón. Lo mejor que puedes hacer por tus hijos es intentar convencerlos de ver este obstáculo como una manera de convertir el miedo por encontrar un trabajo, en un aliento a largo plazo. Están corriendo un maratón, no los 100 metros planos.
Exprésate… ¡Con confianza!
El elemento de cambio más importante en una carrera es la comunicación, especialmente para los jóvenes que apenas se introducen al mercado laboral. Esta habilidad es esencial para el desarrollo, porque es la pasión y la confianza que ellos denotan lo que los llevará lejos, ya sea siendo emprendedores o con empleadores que invertirán en ellos y su habilidad verbal.
No por nada muchas universidades, incluyendo la Anáhuac Mayab, ya integran clases básicas de expresión en gran parte de sus programas educativos. Y si tu egresado no las tomó o incluso si al tomarlas no las pudo desarrollar… ¡no te preocupes! No está solo/a.
Muchas personas luchan con sus habilidades de expresión por lo que si tu hijo/a es uno de estos, aliéntalo a tomar medidas para mejorar. Una manera de hacerse un gran comunicador es estudiando de los grandes (asistiendo a conferencias, viendo TEDtalks en línea, hablando en público o conduciendo eventos, etc), además del aprendizaje: tomando cursos de comunicación y, claro, practicando.
No pierdas la visión emprendedora
Si pasa un tiempo y él o ella todavía no consiguen un empleo —ya sea relacionado a su carrera o no—, recuerda que no todo está perdido y que hay más de un camino hacia el mundo de la productividad.
La Universidad, desde hace aproximadamente una década, cuenta con grandes elementos de emprendimiento en sus valores de enseñanza. Por ello, si tu hijo/a no encuentra un trabajo o bien no logra colocarse en un puesto interesante dentro de una empresa que lo valore como colaborador, siempre está la posibilidad de echar a andar las ideas y fundar una propia compañía utilizando las herramientas que incubadoras de negocios como la de Parque tecniA ofrecen.
Y lo que es más: tener una visión emprendedora significa que, sin importar cuál sea su título, tu hijo/a buscará proactivamente oportunidades para contribuir de manera positiva, resolviendo problemas y mejorando su entorno. Incluso si después de una aventura fundando su propia empresa, el egresado decide regresar al mundo corporativo, podrá usar las habilidades adquiridas por sus propios medios en pro de la empresa en la que ahora trabaja.
No olvides la educación continua y cursos de posgrado
Si nada de lo anterior funciona y está dentro de tus posibilidades económicas apoyar a tu hijo/a durante sus primeros meses dentro del mercado laboral, no está de más incentivarlos a tomar un curso, diplomado o incluso maestría en temas relacionados a su licenciatura, un hecho que no sólo impulsará sus posibilidades de contratación sino que le dará herramientas para sobresalir entre los demás competidores.
Recuerda que nada llega solo; así que mantenerte informado de lo que sucede en el mundo, el mundo de lo trabajos modernos, las nuevas tecnologías y las características de las nuevas generaciones ayudará no sólo a ampliar tu visión del mundo actual, sino a poder aconsejar de mejor manera a tus recién egresados.