Es normal sentir tristeza, melancolía o que nuestro ánimo no esté al 100% cuando tenemos una discusión familiar o con nuestra pareja, si académicamente no nos está yendo muy bien o si estamos pasando por una etapa de duelo; son muchas las razones por las que podemos sentirnos tristes.
Por lo general podemos recuperar nuestro buen ánimo en pocos días, sin embargo, la depresión es mucho más que un sentimiento de tristeza, es sentir desesperanza y/o desesperación por un período largo de tiempo que interfiere con nuestra rutina diaria.
La depresión es conocida también como trastorno depresivo mayor o depresión clínica, y aunque es una de las enfermedades mentales más comunes, afortunadamente es tratable. No todas las personas con depresión tienen los mismos síntomas ya que todos somos diferentes y aunque afecta de diversas formas, la combinación de los siguientes signos es frecuente:
- Agotamiento o falta de energía (incluso con mínimo esfuerzo físico)
- Alejamiento de las redes de apoyo (amigos y familiares)
- Cambios en el apetito (que puede causar pérdida o aumento de peso corporal)
- Cambios en los patrones de sueño (insomnio o dormir demasiado
- Dificultad para concentrarse, recordar detalles o tomar decisiones rutinarias
- Dolor crónico de cabeza o estómago que no se alivian con tratamiento médico
- Enojo, irritabilidad e inquietud
- Ideas suicidas e intento de suicidio
- Pérdida de confianza en sí mismo y/o en los demás
- Pérdida de interés en las actividades cotidianas que antes se disfrutaban
- Sensación de vacío prolongada
- Sentimientos de culpabilidad, inutilidad, desamparo o desesperanza
La depresión es causada por la combinación de factores ambientales, biológicos, genéticos, psicológicos y sociales. El tratamiento varía de una a persona a otra, de los síntomas que presente, del tiempo que los ha padecido, de la gravedad de éstos y de las circunstancias particulares de cada uno; lo más importante es saber que es tratable con éxito combinando la psicoterapia y el tratamiento con antidepresivos (si lo amerita, en caso de ser depresión mayor).
Así como es importante reconocer los síntomas de este trastorno, también lo es realizar acciones por ti mismo que te beneficien y ayuden a combatirla, por ejemplo:
- Aliméntate y duerme bien. Es importante iniciar una dieta balanceada y realizar al menos las tres comidas principales en sus horarios correspondientes, no enfocarse a la pérdida o aumento de peso, sino a sentirte con más energía para realizar tus actividades; de igual forma, respetar tus horarios de sueño y descanso hará que te sientas bien durante el día, aunque no tengas sueño, recostarte y escuchar un podcast relajante siempre es una buena opción.
- Confía en ti y en los profesionales a tu cuidado, expresa lo piensas y sientes de forma honesta para que trabajen en equipo y el tratamiento sea el adecuado.
- Cumple rigurosamente tu tratamiento, ya sea médico, psicológico, psiquiátrico y/o nutricional. Sigue siempre las instrucciones y recomendaciones de los profesionales y no lo interrumpas, al inicio te costará un poco ver los cambios, pero con perseverancia los cambios serán significativos.
- Evita el estrés, intenta organizar tus actividades así como planificarlas estableciendo prioridades, puedes clasificarlas por académicas o como labores que debes hacer en tu hogar.
- Habla y confía en tu red de apoyo. Aunque acudas a psicoterapia te ayudará mucho platicar con las personas que confías, recuerda que no estás solo en este proceso (aunque a veces así lo sientas), recuerda que la comunicación debe ser respetuosa, clara y directa para manifestar tus deseos, por ejemplo, si necesitas un tiempo a solas o si quieres platicar acerca de tu tratamiento.
- Haz ejercicio o alguna actividad recreativa que solías disfrutar, inicialmente tal vez de cueste un poco, pero empieza lento, tal vez con una caminata, andar en bici o pasear a tu mascota.
- No consumas alcohol o sustancias psicoactivas, especialmente si estás en tratamiento médico.
- Piensa positivamente y sé paciente contigo mismo, no veas el tratamiento como una carrera de velocidad, sino de resistencia, con metas a corto, mediano y largo plazo para cumplir.
- Retoma tus relaciones y actividades sociales, pasa tiempo de calidad con tus familiares y amigos realizando alguna actividad recreativa.
- Trata de posponer decisiones importantes, por ejemplo, cambiar de carrera o dejar de estudiar un período, si tienes alguna inquietud al respecto puedes comentarlo en tus sesiones de psicoterapia para que te brinden las herramientas para una toma de decisiones objetiva y adecuada.
*Escrito por: Psic. Jheniffer Moguel Sánchez
