Desde un inicio y en cada una de las ideas que tengo, mis papás son mi principal fuente de inspiración, ellos crearon una empresa que además de ser rentable, tiene como objetivo cuidar del medio ambiente.

En lo personal, he sido testigo de todo el esfuerzo y trabajo, lo cual ha derivado el éxito que hoy tienen y que me hace sentir orgullosa, pero sobretodo con una gran responsabilidad de seguir sus pasos. Sus enseñas y consejos me han enseñado a siempre salir hacia delante, debido al incesante trabajo y dedicación.

También he aprendido que siempre se obtienen nuevas enseñanzas y que la innovación puede ser en cómo darle la vuelta a la piedra que se te pone en el camino, por ejemplo, la situación por la que todos estamos atravesando de la pandemia.

¿Cómo inicio mi vida en el emprendimiento?

Desde que tengo uso de razón siempre me he visualizado teniendo una independencia económica. De esta forma, empecé con pequeños pasos, uno de ellos fue pagar la gasolina de mi coche. Sí, tuve intentos fallidos, hasta que un día encontré algo que me gustó, fui a CDMX y acompañé a mi mamá con uno de sus proveedores y vi productos de belleza.

La historia dio inicio en ese momento. Decidí empezar a vender productos de belleza a través de las redes sociales. Para ser honesta, los inicios no fueron fáciles, pero al final todo resulto muy bien; seguí vendiendo y aprendiendo.

Hoy, puedo decir con mucho orgullo que he convertido mis productos en auténticas experiencias. Actualmente, distribuyo mis productos a tiendas, spas, salones de belleza, entre otros establecimientos.

De algo que empecé vendiendo solo a mis conocidos, se convirtió en una línea de distribución, afortunadamente me convertí en el principal distribuidor de productos de belleza para tiendas más grandes.

El siguiente paso de emprendimiento que he estado planeando es traer directamente el producto de otros países y crear mi propia marca.

Hoy ya no solo pagó mi gasolina, que siempre estará como anécdota. Ahora también pago mi renta, internet y luz, logrando ser independiente gracias a una pequeña idea de negocio que surgió hace unos ayeres.

Una de mis principales filosofías como emprendedora es siempre hablar con la verdad sobre los productos que vendo y no hacer falsas promesas sobre estos. Igualmente, he logrado que hombres y mujeres logren sentirse bien cuidando su aspecto, por esta razón surge el nombre “Consiéntete”

Debo admitirlo, en algún momento tuve duda sobre mi licenciatura. Sin embargo, dos años después puedo decir que la mejor decisión que he tomado en cuanto a mi formación académica es estudiar la Licenciatura en Comunicación en la Universidad Anáhuac Mayab. Las materias de comunicación organizacional, publicidad, mercadotecnia, administración, fotografía, entre otras, me han ayudado a consolidar mis productos en el mercado, así como en la planeación de estrategias para segmentar de mi target, estrategias de publicidad, marketing, etcétera.

En otra idea, puedo decir que los conocimientos que me ha dejado el emprendimiento, es que no se necesitan miles de pesos para comenzar un negocio, con lo que tienes a tu alcance es más que suficiente. Tienes que quitarte el miedo y dejar de preguntarte ¿qué es lo que los demás van a decir?

Es cierto, muchas veces escucharás comentarios negativos que te desanimen a emprender, pero me gustaría recomendarte que siempre seas una persona positiva y evites rodearte de gente que no motive a ser mejor. También te invito a que creas en tus ideas, si en verdad tienes objetivos o sueños bien planteados, ¡estoy segura que puedes hacer magia!

Semblanza

Soy Sabine León Rosales, soñadora y apasionada por todos los proyectos e ideas que llevo al cabo. Nací el 15 de febrero de 1999 en la Ciudad de México, a los 18 años tomé la decisión de mudarme y estudiar mi carrera universitaria en Mérida, Yucatán, lo cual me sirvió mucho para salir de mi zona de confort y volverme más independiente. 

En el 2018 comencé a estudiar la Licenciatura en Comunicación en la Universidad Anáhuac Mayab. Gracias a la dedicación, compromiso y ejemplo de los maestros que me dieron clase desde el primer semestre, me animé a poner en práctica todo lo aprendido y decidí dar mi primer paso con mi primer proyecto de emprendimiento “Consiéntete” una tienda en línea de productos de belleza.

Ya han pasado dos años y he aprendido más sobre el emprendimiento. He logrado consolidar mi negocio en el mercado, ofreciendo experiencias que incrementan la venta de mis productos.