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Solo hace falta conocer la felicidad para vivirla.

Por: Redacción

01 de octubre del 2024

Con el voluntariado reencontré las ganas de ponerle sabor a mi vida. Estaba en mi segundo año de universidad y sentía que algo me faltaba, era una inquietud muy grande, sentía que caminaba sin destino. No entendía el porqué, si hacía lo que debía: iba a todas mis clases, cumplía con mis tareas y sacaba buenas notas en mis exámenes, pero entonces ¿qué le hacía falta a mi vida?

En el cuarto semestre comencé mi búsqueda y fue que encontré mi primer apostolado en la universidad: misiones. Fue ahí donde sin saber qué buscaba, lo encontré todo. En esa semana me di cuenta que si no existo para servir ¿de qué sirve que exista?

La inquietud se volvió más grande porque ya había encontrado el camino pero no tenía idea adónde ir. Sin quererme dar por vencida y convencida de que ese era mi camino, decidí confiar. Para terminar mi cuarto semestre, sin saber ni que iba a hacer dije sí a pertenecer a la sociedad de alumnos de la escuela de Psicología.. Ahí conocí a personas que tenían como objetivo ayudar a los demás siendo la voz de la escuela de psicología. A parte de que están metidas en mil cosas, que sigo sin saber cómo le hacen, son inspiración para personas que buscan dar más. 

thumbnail_VAGONESComo un lugar lleva a otro, estas personitas mágicas me guiaron a Vagones de Sonrisas, un lugar en el que me enamoré de la sonrisa de cada niño, de cada juego, de los ODS y de la forma en que un grupo de personas locas por servir hacían que muchos niños y voluntarios tuviéramos un día perfecto. Estaba encontrando cada vez más de lo que me apasionaba, más de lo que no sabía que buscaba: el servicio

Una nueva puerta se abrió en mi camino, en forma de una entrevista para formar parte del staff de Soñar Despierto. Mi primer macroevento fue el de Super Dreamer Party, y la verdad que ahí fui una niña de nuevo, emocionada y sorprendida por todo. Obviamente cuando vi la oportunidad de formar parte del detrás de escenas de toda esta magia me apunté. Durante meses conocí a las personas más locas por el servicio, que siempre estaban sonriendo y aunque no me conocieran me hacían sentir en familia, y pues es que eso es Soñar Despierto, una gran familia. 

Nunca esperé estar en el lugar de esas personas a las que admiraba hasta que me dijeron que iba a hacer las decoraciones para el evento “Love Actually”. En una semana hicimos posible un evento con causa. Poco a poco entendía más que los desvelos, el cansancio, el andar corriendo todo el tiempo, valía la pena y hacer todo acompañada de personas que suman hace que todo sea 10 veces mejor. 

Ahorita en Vagones de Sonrisas he encontrado otra familia, he aprendido que el mundo se puede cambiar si tienes personas que sumen a tu lado y que la bondad de las personas es infinita.

Vivir haciendo lo que me tocaba estaba bien, pero vivir para servir es una experiencia que hace que mi corazón crezca tres tallas. Que las mejores personas están locas, pero locas por entregarse y servir, locas por cambiar el mundo. En mi camino hubo montones de personitas mágicas que me ayudaron a llegar a caminos que nunca esperé encontrar. Espero que encuentres a las personitas mágicas de tu vida y que no tengas miedo en confiar y decir que sí.  

“Qué quieres que haga por ti?” Mc. 10:51

Escrito por :Ana Paula Velázquez Montoya | Directiva Vagones de Sonrisas de Soñar Despierto.

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