VOLVER

Cómo dar todo para encontrar todo

Por: Redacción

01 de octubre del 2024

A veces es necesario encontrar ese punto donde comenzó todo. Mi historia en el voluntariado parte desde que mi mamá con el ejemplo, al realizar diferentes actividades de apoyo a comunidades cercanas de Mérida y a una casa hogar, me enseña lo bonito de compartir con los demás, un poco de lo que tengo. 

IMG_1246

Alguna vez te has preguntado, ¿por qué sé que este lugar es mi lugar correcto? Al entrar a una escuela católica, me di cuenta de todo el amor que Dios comunicaba a través de mí, y comencé a darle más valor estar al servicio de los demás. Y a partir de ese momento  comencé a vivir la vida a través de apostolados. Desde que estoy en secundaria empecé a ir a misiones cada año. En preparatoria ayudaba a un asilo y aún siendo parte de una materia, comenzaba a ir por mi cuenta, pero a pesar de que siempre trataba de ir en días extras, sentía que algo me faltaba... 

Al finalizar la prepa, sintiendo un deseo de darle un sentido todavía más grande a este amor por el servicio, sin saber que me esperaba, me inscribo al “Club Amigos Teletón”. Aún recuerdo tener esa sensación de cansancio combinada con un boom de felicidad y esos deseos de contarle a mis personas cercanas todas las experiencias que viví en tan solo un par de horas. Es de esos sentimientos tan puros, que sin darme cuenta, permanecí por casi cuatro años con ellos. 

Al comprender que esto era lo que Dios quería para mí, que esta era la misión IMG_8925que Dios había puesto en mi corazón, decidí estudiar medicina para tener la posibilidad de ayudar a más personas desde mi profesión. Gracias a la recomendación de una amiga, entré al programa “Dr. Sonrisas” y comencé a visitar hospitales los sábados para acompañar y plantar esperanzas en cada uno de los niños que se encontraban ahí. Sin embargo, con el tiempo comprendí que medicina no era la carrera indicada para mí, y con todo el temor de cometer un error que costaría mi futuro, me puse en manos de Dios y se podría decir que me fue guiando en cada paso hasta el día de hoy. 

Alguna de las mejores decisiones que he tomado, han sido siguiendo lo que dice mi corazón, y así fue, no recuerdo cómo, pero sin saber de qué trataba, decidí inscribirme a algo llamado “Soñar Despierto”. Quiero decirles que sin saberlo, estaba entrando a una familia para siempre. Estaba rodeada de personas que no conocía, pero a ellos no les importaba, me hicieron sentir como en casa, reían, corrían, se ensuciaban y yo que me considero una persona muy risueña, exploté de felicidad. Si mi vida fuera una película, ese momento habría sido la parte en la que el narrador dice: “y ese fue el momento que le cambió la vida” mientras yo miro fijamente a la nada y sonrío en cámara lenta.

Gracias a ese día, una vez inscrita en la universidad, seguí participando en cada uno de los voluntariados: como visitas a kikteil por el programa IMPULSA, Mision Hope, Asua Cultura, Amigos Para Siempre, Asua por una Sonrisa, Asua Enseña, Asua Construye, Vico Valores, Vagones de Sonrisas, entre otros. 

A pesar de estar ocupada con tantas actividades, seguía sintiendo que no era suficiente, y sentía la necesidad de seguir buscando para dar un poco más, y en ese entonces,  una de mis mejores amigas me invita a formar parte de la directiva de Soñar Despierto; recuerdo que tenía miedo de no disfrutar el macro evento porque no estaría con los niños, pero una vez que comenzó todo, a pesar de que muchas cosas salieron mal, sentí una paz al ver sonreír a los niños. Al poco tiempo me invitaron a formar parte de la Directiva de Vagones de Sonrisas y mi corazón no podía estar más feliz. 

IMG_8703

Soñar Despierto me cambió la vida de muchas maneras, me sacó de mi zona de confort, hice nuevas amistades, perdí el miedo y hasta me aventé a hablar en público en un escenario en donde ni de broma lo habría hecho si no fuera por SD. 

Cuando entregas tu tiempo y tu corazón a una causa tan noble como el voluntariado, te cambia la vida por completo, comienzas a ver todo desde una perspectiva muy diferente. Gracias a estas actividades, he conocido a las personas más maravillosas y con el corazón más grande, encontré una familia de locos dispuestos a darlo todo por los demás sin pensarlo dos veces. 

Y aunque digan que los voluntarios no reciben “paga”; yo creo que se equivocan. El voluntariado me ha dado algo demasiado difícil de encontrar; le dio sentido a mi vida.

“Las personas que están lo suficientemente locas para pensar que pueden cambiar el mundo, son las que lo consiguen.” – Steve Jobs.

 

Escrito por : Melissa Puga | Coordinadora de Mística de Soñar Despierto.

 

Redacción
Escrito por:

Redacción

Redacción

Te recomendamos