Las grandes empresas están en busca de personas que cuenten con perfiles más completos, sobre todo para puestos directivos, donde la toma de decisiones es clave.
Por eso cada vez se valoran más a los candidatos que poseen un pensamiento estratégico.
Quien piensa estratégicamente no solo cumple sus metas profesionales, también destaca en otros ámbitos porque en conjunto con otras habilidades, le permiten desarrollarse tanto personal como laboralmente.
Así que, si impulsas ese perfil estratégico conjugado con tu desarrollo profesional, seguro tendrás un amplio panorama de proyectos, ya que desarrollarás habilidades muy valoradas por las empresas, como:
De acuerdo con el estudio “2020 Workplace Learning Report”, 57 % de las empresas buscan liderazgo y gestión; 42 % resolución creativa de problemas y Design Thinking; y 40 % habilidades de comunicación.
El pensamiento estratégico es la cualidad y capacidad de una persona para resolver, proponer e implementar soluciones estratégicas en contextos específicos. Generar ideas, analizar problemas y su entorno, visualizar caminos, plantearse objetivos y determinar qué hacer, cómo y cuándo para llegar a cumplir una meta, son habilidades que forman parte del pensamiento estratégico.
El concepto es muy valorado en los negocios porque es un ámbito que ejemplifica claramente cómo una persona con tales habilidades puede llevar a su empresa a ser exitosa.
No siempre es fácil determinar rasgos en uno mismo, pero si quieres saber qué tanto piensas estratégicamente, aquí tienes una serie de características que puedes autoevaluar.
Ubicar dónde estás y en qué circunstancias te encuentras; con qué recursos cuentas y hacia dónde quieres llegar. Esto te ayuda a mirar a futuro, para visualizar lo que vendrá en el camino y detectar diversos escenarios.
El pensamiento estratégico se caracteriza por unir los puntos de conocimiento adquirido con las experiencias. Esto tiene como resultado generar ideas, analizar situaciones, crear categorías, organizar y jerarquizar información.
Cuando visualizas escenarios posibles y cuentas con el conocimiento para afrontarlos tienes la capacidad de anticipar los hechos. Prepararte y tomar las acciones necesarias, te permiten poner el contexto a tu favor.
Una mente estratégica sabe organizarse y planear con base en objetivos, así podrás identificar las oportunidades, el mejor camino y las herramientas o acciones que requieres para llegar a una meta.
Una vez que visualizas posibles escenarios, se abren diversas oportunidades o caminos; determinar cuál elegir requiere carácter, conocimiento y habilidad para hacerlo. Mientras más estratégico seas, tendrás mayor facilidad para tomar decisiones, estableciendo un plan de acción para sustentarlas y afrontar sus consecuencias positivas o negativas.
El pensamiento estratégico está en movimiento, no se ata a fórmulas o esquemas; siempre innova, prueba y experimenta.
Una persona estratégica sabe evaluar para mejorar o corregir, en lo que es una gran capacidad de constante renovación.
Grandes líderes de la historia se han caracterizado por contar con un pensamiento estratégico, porque han sabido ubicar el contexto específico, dónde están, hacia dónde van y visualizar qué pueden enfrentar en el camino; hallan nuevas rutas, proponen y reconocen diversos factores que pueden alterar sus planes.
Para desarrollar esta capacidad debes trabajarla y fortalecer tus habilidades (sobre todo las blandas). Empieza por el conocimiento de ti mismo, busca el equilibrio en tus reacciones y emociones, cambia tus rutinas, realiza cuestionamientos, imagina siempre varios escenarios y posibilidades.
Acostúmbrate a escuchar, desarrolla empatía y sé proactivo en todo momento. Genera ideas y motiva tu creatividad.
Las personas con pensamiento estratégico son líderes que van proyectando su actitud hacia los demás, así que también son un factor de inspiración para quienes te rodean.
Reforzar el pensamiento estratégico y aplicarlo en tu trabajo contribuye a que logres tus metas profesionales.
Si cuentas con un pensamiento estratégico aplícalo en tu trabajo en aspectos que contribuyan a cumplir con los objetivos de un área, proyecto o del negocio en general:
La mejor forma de impulsar tu pensamiento estratégico y todas las habilidades que derivan de este es nutriendo tu mente en un entorno de aprendizaje experiencial, adquiriendo nuevos conocimientos y desarrollando tu potencial.
Un pensamiento estratégico te abre puertas, las oportunidades laborales serán más para ti porque no solo tendrás el conocimiento técnico, académico y experiencial de tu profesión, sino que contarás con habilidades para realizar un proyecto con éxito, dirigir un equipo o una área y desarrollar a una empresa desde lo más profundo.
Por lo tanto, es fundamental la continuación de la educación y de tu carrera profesional, pero necesitas visualizarte a futuro, tener objetivos claros para que sepas a dónde vas y cómo le harás para llegar hasta ahí.
Te invitamos a que realices el test Tu Brújula Profesional, con el cual tendrás un escenario para lo que viene en tu vida, además de que te indicará el camino a seguir para alcanzar esta meta.