En un ambiente laboral tan competitivo, es muy importante que no dejes de prepararte profesionalmente para aumentar tus conocimientos y habilidades.
El mundo está en constante cambio; no te quedes atrás, comienza haciendo un plan con tus metas profesionales a corto, mediano y largo plazo.
Ya sea que quieras aumentar tus capacidades en tu actual puesto de trabajo o estés en búsqueda de nuevos horizontes, no cabe duda que cumplir tus metas profesionales te motiva a seguir creciendo. Comienza por establecer objetivos creíbles y divídelos en tareas, así harás que tu camino al éxito sea más claro y motivador para ti.
Una meta profesional puede ser:
¡El cielo es el límite! Cualquier meta que pongas en tu mente podrás lograrla con la disciplina y el esfuerzo que requiere cumplir tus objetivos.
Si no sabes por dónde empezar, ¡no te preocupes! Cualquier persona que admires estuvo donde tú estás en este momento. Lo más importante es que recuerdes que tus metas profesionales deben estar basadas en tus gustos, habilidades y visión general de tu vida.
Pasión + Disciplina + Ambiente + Paciencia = ¡Éxito!
Es importante que pongas los pies en la tierra. Quizá tu meta es subir de puesto en tu trabajo actual, lo cual requiere nuevas habilidades. Si no te esfuerzas por aprender ni demostrar tu valor, es poco probable que te tomen en cuenta.
Tomar un curso, realizar una capacitación en áreas específicas o realizar un posgrado puede ser tu mejor opción.
Hablemos de las “metas inteligentes”. Para que un objetivo sea claro y específico tiene que cumplir con 5 elementos: ser medible, específico, alcanzable, relevante y con fechas límite. Por ejemplo, obtener un mejor puesto es una buena meta, pero mira lo que pasa si la volvemos “inteligente”:
Meta: Ascender a un mejor puesto
Meta inteligente: Prepararme profesionalmente durante los próximos 6 meses con un programa de estudios que me brinde el nivel de especialización que requiere el puesto.
¿Ves lo que sucede? Ahora tienes una idea mucho más clara de lo que quieres lograr, cómo vas a hacerlo y cuál es tu fecha límite. Lo que sigue es establecer pequeños objetivos por día, semana y mes para lograrlo. Por ejemplo:
Día 1: Aprender los conocimientos básicos del programa
Semana 1: Aprender a emplear las herramientas específicas del área
Mes 1: Llevar a la práctica los conocimientos y uso de herramientas adquiridas durante los primeros módulos.
Si lo haces de esta manera, podrás enfocarte todos los días para que cumplir tu meta no se vuelva abrumante ni interfiera con tus otras actividades.
Si tus metas profesionales no vienen acompañadas de tu convicción y pasión por el camino que estás por emprender, es muy probable que te cueste mucho trabajo o te rindas antes de lograrlo. ¡Esto es para ti! Elige un camino para el que tengas la disposición de aceptar los obstáculos que se te presenten.
Una vez teniendo claro el plan que llevarás a cabo, la disciplina será tu mejor aliada. Teniendo fechas límite para tus metas a corto plazo, podrás establecer un horario para trabajar en ellas. ¡Sé tu propio jefe! Quizá tengas que levantarte más temprano pero son pequeños sacrificios que valdrán mucho una vez que lo logres.
Rodearte de personas que tengan metas similares a las tuyas te ayudará a mantener la motivación, ya que compartirán tus inquietudes y sabrán lo que significa lograr tus objetivos en ese campo en particular. Sea cual sea tu meta, busca si hay grupos en tu área o en línea en los que puedas apoyarte.
¡Todo a su tiempo! Lograr un cambio significativo en cualquier área de tu vida no puede ser de un día para otro. Aunque en este momento el camino parezca muy largo, una vez que llegues sentirás mucha satisfacción hacia ti por haber mantenido el enfoque y la paciencia.
Seguir estos consejos te hará el camino más fácil, pero al final del día la única persona que puede definirlo eres tú. Continua tu preparación con nuestro curso gratuito.