Elegir una carrera universitaria es un gran desafío, ya que a través de ella se adquieren las herramientas que permitirán desarrollar todas tus habilidades para posteriormente ponerlas al servicio de los demás. Ser un buen profesional no es conocer todas las técnicas y teorías, es buscar cómo esos conocimientos permitirán hacer del mundo un mejor lugar para todos.
Sofía Abdala Márquez, recién egresada de Nutrición, nos comparte su testimonio sobre su vida universitaria en la que destacó por su excelencia académica y calidez humana. Fue miembro del Programa de Excelencia Vértice y participó en diversos programas de compromiso social.
Desde chica reconoció su interés y pasión hacia el área de la salud. Para ella, la nutrición es un tema que debe aplicarse desde la gestación hasta la vejez, ya que, desde el embarazo los nutriólogos permiten ayudar a las futuras mamás a tener un embarazo saludable y dar a luz a un bebé sano.
Desde que estaba en la secundaria me di cuenta de la importancia de la nutrición, es una carrera preciosa que puede cambiar muchas vidas. Creo firmemente que si se enseña desde edades tempranas mejoraría la calidad de vida de las personas, se gastaría menos en medicinas y hasta se prevendrían muchas enfermedades.- Sofía Abdala
Los retos permiten conocer hasta donde es capaz de llegar una persona con tal de lograr sus propósitos y para un profesional de la salud, los desafíos están a la orden del día con cada paciente que acude a ellos en busca de mejoras en su calidad de vida.
Para una persona empática, comprometida con la salud y con la sociedad como Sofía, el mayor reto en el área de la nutrición es que México disminuya su prevalencia de enfermedades crónicas. Al ser el segundo lugar en obesidad a nivel mundial, está convencida que esta problemática podría ser trabajada con buenas políticas públicas de salud e implementación de estrategias masivas en educación nutricional que permitan cambiar el futuro del país.
Durante su vida universitaria, Sofía tuvo una destacada participación en diversas actividades. “Mi experiencia en la universidad ha sido enriquecedora. Tuve la oportunidad de participar en el Programa de Liderazgo Vértice desde el primer semestre, fui parte de la directiva de Soñar Despierto por dos años consecutivos, miembro de la directiva y responsable de Juventud Misionera y colaboradora de Regnum Christi en Le Châtelard”, menciona.
Y es que para ella un líder no es una persona que dirige un grupo de personas, un líder es una persona con diversas cualidades que motiva, influye y acompaña a las personas a llevar a cabo acciones positivas en ámbitos concretos. Con su testimonio, Sofía demuestra que ser un líder es ser una persona que busca estar al servicio de los demás y motive a “sacar su mejor versión de sí mismos” por medio del conocimiento.
La etapa universitaria es muy especial; las clases, la convivencia con amigos y las actividades recreativas, son momentos que todo estudiante recuerda con alegría. Sin embargo, con la pandemia por el coronavirus las cosas fueron diferentes.
“Después de 3 semestres y medio de pandemia, añoraba ver a mis amigos de la carrera, pasear por los pasillos de la universidad, estar en un salón de clase con el maestro sin que se corte o haya problemas de señal por la lluvia. Amo mi carrera y realmente quería volver a clases para seguir aprovechando a mis maestros, quienes han sido parte fundamental en mi formación como nutrióloga”, recalca.
Tras finalizar su preparación académica en un nuevo retorno presencial, Sofía Abdala se graduó con Mención Honorífica este junio 2022. Ahora, se plantea nuevas metas para continuar con su formación profesional al realizar su servicio social a partir de agosto además de buscar opciones para cursar próximamente una especialidad en el área de nutrición.
Sofía Abdala concluye un capítulo de su formación universitaria con mucha satisfacción. Recientemente se integró a los más de 400 graduados que finalizaron su formación universitaria este 2022.
Para concluir, Sofía exhorta a los jóvenes a disfrutar su etapa universitaria y disfrutar de lo que les apasiona. “La Universidad Anáhuac Mayab ofrece una formación integral y eso siempre me encantó, el hecho de poder asistir a misa o hacer una visita a la capilla diario es una bendición. También me gustaría recomendarles que aprovechen al máximo las clases y las oportunidades que ofrece la Universidad desde el ámbito académico hasta el social”, concluye.