- Gerardo es alumno de Arquitectura y nos comparte su experiencia de intercambio en la Universidade Tiradentes en Aracaju, Brasil.
¡Mi intercambio en Aracaju fue una experiencia muy buena y divertida, valió mucho la pena!
Al llegar a la ciudad, ya conocía a varias personas que estuvieron de intercambio aquí en la Universidad Anáhuac Mayab, entonces no tuve problemas adaptándome y conociendo personas.
Llegué y compartí un departamento con dos amigos, los cuales fueron algunos de los brasileños que estuvieron de intercambio en la Universidad Anáhuac Mayab en 2016. El departamento estaba en un condominio frente a la Universidad, era bastante amplio y cómodo, y lo mejor es que tardaba menos de 5 minutos caminando de mi habitación al salón de clases.
En relaciones internacionales había un grupo como el de Hermano Mayab, mi buddy fue un alumno que estuvo de intercambio en la Mayab (¿Qué coincidencia, no?). Hubo varias actividades y fiestas, y algunos viajes. Aprender portugués fue muy fácil, al llegar ya entendía casi todo, solo tuve un poco de problemas al hablar al principio, pero después de aproximadamente un mes no tenía ningún tipo de dificultad en la Universidad, ni platicando con las personas.
Viajé a algunas ciudades con mis amigos, fueron viajes muy interesantes, en especial porque estudio Arquitectura y las ciudades a las que fui tienen muchas cosas interesantes para arquitectos, como edificios, museos, y ciudades con una urbanización increíble.
Al llegar, viajé a un estado que se llama Irecé a unas fiestas que había en la ciudad donde vive la familia de un amigo. Después, en septiembre fui a una ciudad que se llama Maceió a la graduación de una amiga que estudió aquí en la Mayab.
Uno de los viajes más interesantes fue el de Río de Janeiro, me quedé en un lugar que se llama Niteroi con mis compañeros, nos quedamos varios días para poder conocer bien. Fui en la época del carnaval y me tocaron todas las fiestas, conocí el Sambódromo y tuve la oportunidad de ver los desfiles, algo muy impactante, además fui a todos los puntos turísticos como el Cristo Redentor, Pao de Acucar, el museo de Niteroi, etc.
Después regresé a Aracaju porque había varios desfiles también del Carnaval, todas estas fiestas son totalmente diferentes a las que hay aquí en México. Casi al final de mi intercambio conocí Brasília, aproveché para conocer lo más importante de la ciudad, fui a los palacios de gobierno, museos, etc.
"Los viajes fueron muy interesantes para mí porque hay muchísimas cosas interesantes de Arquitectura, como edificios y museos de arquitectos reconocidos."
Una de las cosas que más me gustaron fue la comida, es muy diferente a la que hay aquí en México. Y tienen mucha comida exótica, pero muy rica. Tienen algunas de las mejores comidas que he probado en mi vida.
Cuando regresé a México me preguntaban mucho si aprendí a bailar samba, me di cuenta que es un estereotipo que todos tenemos de los brasileños ¡No todo es carnaval y samba!
En general fue una experiencia muy buena que sin dudas repetiría otra vez, valió mucha la pena haber estado un año en Aracaju, le recomiendo esta experiencia de intercambio a todos los estudiantes de arquitectura que quieran maravillarse y conocer el maravilloso Brasil.