Cada día escuchas acerca de más mujeres que desempeñan un papel fundamental en la ciencia y la tecnología. Según los datos de la UNESCO en el 2019 el 33% de todos los científicos del mundo eran mujeres, siendo Asia Central la región con más matriculaciones con un 48.2%, luego le sigue América Latina y el Caribe con el 45.1%
La igualdad de género en la ciencia y la tecnología se ha hecho más presente por los grandes avances y logros científicos y tecnológicos de mujeres como Jenny Lucía Vega Guerrero, programadora de Perú e ingeniera en Machine Learning quien se encuentra implementando la programación de la app latinoamericana Rappi.
Las mujeres han realizado innumerables aportaciones científicas y tecnológicas a lo largo de la historia. Desde pioneras como Marie Curie, cuyos descubrimientos en la radiactividad sentaron las bases para la física moderna, hasta figuras contemporáneas como Ada Lovelace, considerada la primera programadora de la historia.
Sus contribuciones han abarcado campos tan diversos como la medicina, la ingeniería, la informática y la biología, demostrando que el género no es un factor determinante en la capacidad de generar conocimiento y transformar el mundo a través de la innovación. Te presentamos algunas de las mujeres más destacadas en la ciencia y la tecnología:
En la época victoriana, Ada fue quién escribió el primer algoritmo de la historia para la máquina computacional de Charles Babbage, científico matemático de la época.
Ada se concentraba en sus estudios impartidos por la prestigiosa matemática Mary Somerville. Como era parte de la alta sociedad, pudo conocer a varios científicos como Michael Faraday (electroquímico) y Charles Babbage (matemático).
Al ser una apasionada por los inventos mecánicos intentó que Babbage se convirtiera en su profesor pues estaba desarrollando una máquina capaz de hacer cálculos numéricos por el método de diferencias, pero estos terminaron en una colaboración, en la cual, Ada ingenió la idea de reprogramar la máquina para realizar distintas operaciones, no solo matemáticas.
De igual forma, Ada utilizó los números de Bernoulli (sucesión de números racionales con profundas conexiones en teoría de números) para introducir tal algoritmo al invento de Babbage que ahora se conoce como “bucle” haciendo referencia a la reprogramación.
Gracias a Ada, científicos como el ingeniero alemán Konrad Zuse se basaron en su pensamiento para crear y programar las nuevas computadoras de ahora.
Considerada la madre de la física moderna, Madame Curie ha sido la única mujer ganadora de 2 premios Nobel en las ciencias de la física y química, por su trabajo con los elementos radioactivos. Marie pudo trasladarse a París para continuar con sus estudios gracias a un pacto que hizo con su hermana y así financiar su educación.
Comenzó su carrera como científica en 1894 y en ese mismo año conoció a su futuro marido Pierre Curie que ya se encontraba estudiando la radiactividad descubierta por Henri Becquerel.
En 1898 descubrieron 2 elementos químicos: el polonio y el radio, al seguir con sus investigaciones con aquellos elementos lograron en 1902 aislar la sustancia radiactiva del cloruro de radio del mineral pechblenda.
En 1903, Marie Curie junto con su esposo Pierre ganaron el premio Nobel por sus investigaciones científicas sobre los fenómenos de la radiación, convirtiéndose en la primera mujer en recibirlo.
La muerte de esta brillante mente se debió a sus investigaciones pioneras de los elementos químicos, ya que tanto su esposo como ella no estaban conscientes de lo peligroso que era trabajar con elementos radioactivos como el radio.
Gracias al trabajo de Marie Curie, los científicos de ahora tienen un mayor conocimientos de los elementos nucleares y debido a esto se puede producir energía para las ciudades a través de los reactores.
En 1942, la famosa actriz austriaca fue la co-inventora del espectro ensanchado que es una técnica de modulación empleada en telecomunicaciones para la transmisión de datos digitales y por radiofrecuencia.
Hedy Lamarr trabajó en desarrollar un misil teledirigido en la Segunda Guerra Mundial que junto con el compositor George Antheil patentaron el invento en 1942. Su invento ayudó a mandar misiles por medio de un canal de comunicaciones secretas por el salto de frecuencias.
El invento fue muy avanzado para la época debido a que durante los años 30’s y 40’s se utilizaban tecnologías mecánicas y no electrónicos. Su primer uso fue en 1962 durante la crisis de los misiles de Cuba y después en la década de los 80’s durante la guerra de Vietnam.
Los principios del trabajo de Lamarr fueron implementados a la tecnología Bluetooth y también se utilizaron métodos similares en versiones herederas de lo que es el Wi-Fi, cambiando por completo la forma como hoy trabaja la sociedad gracias a este invento.
La matemática y física espacial Katherine Johnson, también conocida como “la computadora” o “la calculadora humana” fue la mujer que podía hacer cálculos precisos mucho antes de las avanzadas computadoras que actualmente se utilizan para la ingeniería aeroespacial.
En 1969 fue Katherine quien realizó los cálculos de la misión Apollo 11 para la Nasa y debido a su gran participación en el proyecto se le otorgaron muchos premios como la Medalla Presidencial de la Libertad en el 2015. Johnson fue la encargada de realizar los cálculos matemáticos que llevarían a Neil Armstrong, Buzz Aldrin y a Michael Collins a la Luna.
Desde temprana edad mostró su talento académico y a los 15 años de edad comenzó sus estudios superiores en la West Virginia State College donde se tituló en matemáticas y francés a los 18 años.
En 1953 empezó a trabajar en NACA (Comité Asesor Nacional para la Aeronáutica) comprobando los cálculos de los ingenieros aeronáuticos, las mujeres en esta institución hacían su trabajo sin hacer preguntas, pero Johnson no se conformó con eso, así que pidió que asistiera a las reuniones junto con los ingenieros para discutir todos los cálculos.
Así fue como empezó a trabajar para la NASA siendo la encargada de los cálculos para el Proyecto Mercury, trabajo que llevó a Alan Shepard al espacio, y próximamente realizaría los cálculos del proyecto Apollo 11.
Gracias al trabajo de Katherine Johnson, Estados Unidos ganó la guerra fría y que hasta ahora ha podido conservar la prestigiosa institución de renombre la cual es la NASA, encargada de todas las misiones espaciales que realiza en constante trabajo con los otros países del mundo para realizar misiones de investigación en el espacio.
El trabajo que realizó esta química en 1965 ha salvado la vida de miles de personas cada año debido al material que sintetizó: el Kevlar, por el cuál recibió varios premios como la Medalla Nacional de Tecnología e Innovación en 1996.
Desde muy temprana edad Kwolek sabía a lo que se iba a dedicar, su padre fue un naturalista y su madre fue una ama de casa que le encantaba la moda. Ella combinó ambas pasiones de sus padres para marcar su propio camino en el mundo de la química textil para salvar vidas.
Inicialmente Kwolek quería estudiar medicina y aunque no terminó estudiando medicina, se graduó en la Margaret Morrison Carnegie College en la disciplina de la Química en 1946 y empezó a trabajar en la empresa DuPont donde comenzó su trabajo en materiales poliméricos (como plásticos, fibras, pinturas, entre otros).
Dentro de esta empresa Kwolek desarrolló un sin fin de investigaciones centradas en cómo descubrir nuevas fibras sintéticas más fuertes que el nylon a través de la policondensación y en 1965 fue que descubrió la solución de un material más resistente que el acero que al mismo tiempo era muy ligero que ahora se conoce como el Kevlar.
Hoy en día el Kevlar se utiliza de muchas formas, pero la más destacada es la fabricación de los chalecos antibalas que han prevenido la muerte de varios agentes policíacos. También se utiliza para la fabricación de equipos de protección personal (cascos y guantes), material deportivo (cuerdas, raquetas, esquís, etc) e incluso construcción de piezas aeroespaciales.
Gracias a su descubrimiento, Kwolek aportó un gran beneficio a la humanidad y al mismo tiempo pudo cumplir su sueño de poder salvar vidas.
Perlman es reconocida por haber creado en 1984 el protocolo Spanning Tree (Árbol de Expansión) el cuál es esencial para el correcto funcionamiento del internet y por el cuál recibió muchos premios como el reconocimiento SIGCOMM (Grupo de interés especial de la Asociación para la maquinaria informática).
La madre de Perlman fue una programadora y su padre trabajaba con radiales para el gobierno de los Estados Unidos. En la secundaria fue cuando obtuvo su primer acercamiento a la programación al tomar un curso en la escuela.
A finales de los años 60’s Perlman se graduó del MIT en matemáticas y para 1988 obtuvo un doctorado en Ciencias de la Computación en el mismo instituto. Allí fue parte del equipo de trabajo en el Laboratorio LOGO (un laboratorio de inteligencia artificial) en el cual desarrolló distintos softwares de sistemas.
Tiempo después empezó a trabajar como consultora para la compañía Digital Equipment Corporation (DEC) en donde su jefe le pidió que encontrara una manera de mover información de ethernet a otro. Perlman terminó escribiendo 25 páginas de las especificaciones del protocolo, lo cual resultaba un escrito corto para un protocolo complejo.
Al inicio, Perlman pensó que por los avances tecnológicos y los nuevos descubrimientos su protocolo terminaría siendo reemplazado por algún otro más adaptable, pero resultó que su trabajo fue tan claro, preciso y sencillo que hasta el día de hoy aún se usa para el funcionamiento del internet.
Las mujeres que hemos mencionado así como muchas otras, han generado un impacto con sus tecnologías e investigaciones a lo largo de la historia.
Por esta razón, promover la participación femenina y reconocer sus aportaciones es esencial para las próximas generaciones de niñas y mujeres que están dispuestas a perseguir sus sueños, y dejar a un lado el pensamiento y estereotipo de género de que solo los hombres pueden perseguir carreras profesionales en tecnología, ingeniería y matemáticas.
Por consiguiente, el 11 de febrero se celebra el día internacional de la mujer y la niña en las ciencias que tiene como objetivo reconocer y fomentar la participación de más mujeres dentro de estas ramas de conocimiento que deseen adquirir nuevas habilidades como aprender a programar.
De esta manera, se originan oportunidades únicas de poder obtener distintos puntos de vista y, por lo tanto, diversas soluciones tanto tecnológicas como científicas a las problemáticas presentadas en el presente y futuro de la humanidad.
La diversidad de pensamiento y experiencia que las mujeres aportan a la ciencia es invaluable. Sus contribuciones han llevado a importantes descubrimientos y avances en una amplia gama de disciplinas. Además, su presencia en roles de liderazgo científico promueve la igualdad de oportunidades y el empoderamiento de las futuras generaciones.
Entonces, ¿cómo podemos seguir fomentando el impacto de las mujeres en la ciencia y la tecnología? Se puede lograr a través de la educación y la promoción de modelos a seguir femeninos e inspirar a las niñas desde una edad temprana, brindándoles oportunidades para explorar su pasión por la ciencia y la tecnología.