Dejar las cosas para mañana es algo que todos hacemos. No tiene nada de malo; el problema es cuando la procrastinación se vuelve parte de tu vida diaria y afecta tu productividad laboral.
La acción de procrastinar significa diferir o aplazar. En el caso de la productividad laboral hablamos de dejar para después tareas que son importantes y/o urgentes, reemplazándolas por actividades que en ese momento pudieran ser mucho menos importantes o placenteras: limpiar la casa, descansar, ver una película, etc.
Cuando la procrastinación es muy constante, tu autoestima puede verse afectada. Pero más que un reflejo de tu capacidad profesional o personal para hacer las cosas importantes, es una llamada de atención a la manera en la que gestionas el tiempo y das prioridad a tus tareas.
“Este hábito, de acuerdo con un experto en Psicología Clínica, esconde en la persona perfeccionismo, miedo al fracaso, falta de control de impulsos, incluso cansancio. Ya que no solo están conscientes de que evaden una tarea o actividad, también saben que es una mala idea y aún así, lo posponen.”
Para los emprendedores, la procrastinación excesiva puede ser la diferencia entre el éxito o el fracaso de su negocio. Muchas veces la solución solo está en descansar y planificar, pero si te cuesta mucho trabajo, tenemos para ti algunos consejos para que la procrastinación no siga afectando tu productividad laboral.
Para saber qué tareas son las que más aplazas y con qué otras actividades las reemplazas, escribe durante unos días todo lo que haces en las horas en las que deberías estar trabajando. Una vez que las identifiques, podrás reunirlas y apartar uno o más días de la semana para realizarlas todas.
Tu espacio de trabajo debe ser, en la medida de lo posible, exclusivo para trabajar. Sabemos que es muy cómodo tomar ciertas llamadas en un sillón o en tu cama, pero si eres proclive a la procrastinación, te arriesgas a distraerte con cualquier cosa que se te ponga enfrente.
Puede ser abrumante ver que todos los pendientes se te juntan. La culpa por no haber hecho las cosas a tiempo hace que te sientas con menos energía para lograr terminar las tareas. No te juzgues, descansa lo necesario y ponte límites de tiempo.
No tienes que trabajar durante 2 horas seguidas para sentir que tu productividad laboral es la adecuada. A muchas personas les funcionan técnicas de trabajo concentrado durante 25 minutos, seguidas de un descanso de 5 o 10 minutos. En estos descansos te recomendamos hacer algunos ejercicios de estiramiento y oculares.
Muchas ocasiones nos responsabilizamos por actividades que no corresponden directamente a nuestra área o que bien podrían ser realizadas por algún miembro de tu equipo de trabajo; apóyate de él.
Delegar ciertas tareas permitirá que te enfoques en las más importantes y además de reflejarse en una mayor productividad personal y en equipo, ayudará a eficientar la operación de tu negocio sin postergar los pendientes.
Cada noche, haz una lista de tareas para el otro día. Sé realista y empieza con 3 o 4. Una vez que empieces, no pares hasta terminar la tarea anterior. Trabajar en muchas cosas a la vez puede ser considerada una habilidad, pero para los procrastinadores constantes genera más ansiedad.
Dejar de procrastinar trae múltiples beneficios a tu productividad laboral y la de tu negocio si estás emprendiendo. Te permitirá enfocarte en seguir aprendiendo otras habilidades necesarias para cumplir tus metas.
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