Bien dicen que las crisis son oportunidades, más aún cuando la voluntad y el compromiso social se unen para impactar positivamente en el entorno y transformar vidas. Yucatán enfrenta tanto la contingencia sanitaria a causa del COVID-19 como el impacto de la tormenta tropical “Cristóbal”, lo que ha generado una cadena de solidaridad para sumar esfuerzos y apoyar a miles de familias afectadas.
Se requiere de tan solo una persona dispuesta a ayudar, a inspirar y mover a otros, para marcar la diferencia entre el querer y el hacer que las cosas sucedan.
Una de ellas, es Odette Solís Espinosa (Diseño Gráfico, 2018), quien siempre se ha caracterizado no sólo por su simpatía, sino por su profundo compromiso social. “Desde chica estoy involucrada en actividades de acción social y considero que estas ya son parte de mi día a día, me apasionan y le dan muchísimo sentido a mi vida”, señala.
Con la iniciativa “Ayuda desde casa”, Odette ha apoyado a las personas más vulnerables desempleadas a causa de la contingencia por el COVID-19 pero también se ha sumado a otras iniciativas para ayudar a las comunidades afectadas por el impacto de la tormenta tropical “Cristóbal”.
Al cuestionarla sobre qué la motiva y la inspira, Odette señala: “El saber que, con mis acciones, sean chicas o grandes, puedo impactar de manera positiva en la vida de alguien más. Hay miles de necesidades ahí afuera y queda mucho por hacer”.
“Imagínate a las personas que vivían con lo mínimo y ahora, no tenían nada. ¿Cómo ayudar si la indicación era quedarse en casa?”, señala. Sin pensarlo, lanzó una convocatoria para ayudar inicialmente a empleadas domésticas y albañiles, que se habían quedado sin empleo. Para ello, contó con el apoyo de Iw´otoch, empresa dedicada a reclutar trabajadoras para el servicio de limpieza doméstica, brindando seguridad social, transporte, entre otras garantías, por lo que contaba con una base de datos mucho más certera. Así empezó esta aventura que ha recaudado más de $170,000 para apoyar con despensas a decenas de comunidades.
Ahora, esta iniciativa ha crecido e incluso, ha sumado voluntarios de otras partes de México. Su proyecto ya forma parte de “Mérida nos une”, plataforma del Ayuntamiento de Mérida que vincula a la gente que necesita ayuda con quienes la brindan. “Hemos apoyado a otras iniciativas y Centros de Acopio; también hemos recibido casos de poblados muy alejados para lo cual las autoridades y los voluntarios nos han apoyado para el armado y distribución de despensas”, indica.
“Las donaciones han sido constantes y mientras haya donativos ahí estaremos (…) se requiere mucho compromiso ya que las comunidades necesita una ayuda constante, la despensa se acaba”, afirma Odette.
#GraxVida es su premisa y su modo de vida pues, en sus palabras, es necesario “regresarle a la vida un poco de lo mucho que me ha dado”, destaca.
Su personalidad tan llena de energía y ávida de descubrir nuevas formas de ayudar al prójimo, la han llevado por diversos caminos. Hace 2 años, tuvo la oportunidad de viajar a la India para realizar voluntariado y apoyar en una casa de señoras y abuelitas a cargo de las Misioneras de la Caridad, congregación fundada por la Madre Teresa de Calcuta. “Fue una experiencia súper fuerte y shockeante para mí”, afirma.
Si bien ha tenido este espíritu de solidaridad desde niña, su vida universitaria le permitió participar en diversas actividades de acción social que contribuyeron a su formación, pues tal como ella misma señala: “fueron una pieza clave en mi amor al voluntariado”. Fue directora de Soñar Despierto, A.C.; asimismo, con apoyo de otros voluntarios llevaba sándwiches a las salas de espera del Hospital de Alta Especialidades y cada Navidad entregaban 1,700 cenas a hospitales y albergues.
“Es importante conocer la realidad del mundo en el que vivimos, dar gracias todos los días por la vida que nos tocó y ayudar en lo que podamos a los que más nos necesitan... ¿Cuánto? ¿Cuándo? ¿Dónde? Eso cada uno lo puede elegir dependiendo de sus pasiones, oportunidades, capacidades y tiempos. Entregarse a los demás cambia vidas”, afirma Odette, quien en un futuro próximo pretende arrancar otro proyecto que beneficie a personas de escasos recursos a través del diseño, que es su otra gran pasión.
"Ayudar es adictivo. Aunque al principio puede resultar difícil, cualquier sacrificio se desvanece y se transforma en algo satisfactorio al devolverle a la vida una pequeña parte de lo que nos ha dado", menciona.
Al respecto, Odette señala: “Si tienen una idea, ¡háganla! No pierden nada con intentarlo y cuando algo te mueve y es para ayudar a los demás, nada malo puede pasar”.
¿QUIERES DONAR? Haz click aquí IG: @graxvida
*En alianza con Generación Anáhuac Mayab. Artículo publicado en la Revista Vida Anáhuac.