De niños soñamos muchas veces con ser astronautas, bomberos o exploradores. El Dr. Jaime Zaldivar, director de Desarrollo Académico e Investigación de nuestra Universidad, creció con las fascinantes aventuras de exploradores como Jacques Cousteau, Sylvia Earle o Carl Sagan.
Fue en las costas de Yucatán, donde -quizá sin saberlo- su vocación por la biología de campo y la investigación en conducta animal empezó a dibujarse. “Pasaba los veranos en la costa de Yucatán, pescando y jugando por los alrededores de San Crisanto y Telchac Puerto. Por las tardes, como no había tele, leía y releía viejos ejemplares de National Geographic”, recuerda.
Aunque nació en España, su papá es yucateco y su mamá escocesa. Es el segundo de cuatro hermanos y llegó a Mérida cuando apenas tenía 4 años. Aquí creció y luego de estudiar Biología en la UADY, realizó su tesis de licenciatura en la UNAM. Años más tarde cursó el Doctorado en Ciencias Biomédicas (Especialidad en Ecología conductual) del Programa de Ciencias Biomédicas de la UNAM y realizó una estancia en el Laboratorio de Conducta Animal del Instituto de Ecología-UNAM.
Actualmente trabaja con biología de la conservación, inmunología y genética de poblaciones de la cacerolita de mar, una especie mexicana en peligro de extinción. “Lo más apasionante es la posibilidad de comprender las sutilezas de la naturaleza y la posibilidad de combinar la pasión del naturalista con el rigor del científico, estudiando de primera mano fenómenos que la mayor parte de la gente solo ve por casualidad o en un documental”, señala.
Para él, la Universidad es su segunda casa. “El trabajo que hago y mi pequeña contribución a la formación integral de nuestros alumnos y de toda nuestra comunidad son la razón por la que me levanto todos los días con un sentido de propósito y significado”, menciona.
De acuerdo con el Dr. Zaldivar, las universidades cumplen con dos misiones fundamentales: primero, formar ciudadanos capaces de entender la realidad que los rodea y transformarla para el bien común. En segundo lugar, poner a disposición dicho conocimiento al transmitir el saber generado por investigadores y académicos, o al generar nuevas explicaciones y soluciones a través del trabajo de estos.
Al cuestionarlo sobre su mayor logro, el Dr. Zaldivar afirma: “Construir una carrera académica sin que mi esposa tuviera que poner la suya (ella también es investigadora) en un segundo plano y, al mismo tiempo, haber encontrado el modo de construir y mantener unida nuestra familia”.
Y es que, para él, “ser líder es poner mis capacidades al servicio de un bien superior” afirma. Por ello, exhorta a nuevas generaciones a buscar modelos de rol en los campos que les apasione (ya sea un familiar, un profesor o un líder internacional), conocerlos a profundidad y soñar cómo quisieran ser su propia versión de dichos modelos. Luego hagan que cada acción, cada decisión, cada vivencia y cada oportunidad aprovechada contribuyan a que ese sueño se construya.
“Nunca pierdan de vista que cursar una licenciatura o un posgrado son pasos para construir una carrera personal, pero esto es solo una parte en el proceso de construir una vida llena de sentido y trascendencia”, señala.
*Artículo publicado en la Revista Vida Anáhuac.