¿Siempre tuvieron claro que querían hacer en su vida? Yo no. Cuando llegó el
Y ¿qué he aprendido a lo largo de este tiempo? Demasiado. Todos los días creo que se aprende algo nuevo y eso es padrísimo. Aprendes profesionalmente, pero también grandes lecciones de vida llegan a ti, muchas de ellas por los mismos voluntarios.
1. Multitasking y aprendiz. Para poder hacer mi trabajo, he tenido que aprender
2. Equilibrio. Todo en esta vida tiene que tenerlo. Y ser voluntario no es una excepción. Tenemos muchos eventos y programas y nuestro corazón está acostumbrado a siempre dar un SÍ y siempre horas extras. Pero también es necesario tener un equilibrio en nuestra vida porque sino no rendimos igual (y esto es algo que yo he tenido que aprender a la mala). Afortunadamente, he tenido una familia y amigos que me han apoyado a trabajar en algo que me llena. Pero no te olvides de ellos, pasa tiempo con tus seres queridos; tiempo de calidad.
3. Agradecer. Miro atrás y veo todo lo que hemos logrado y solo me queda
4. Es infinito. Ser voluntario nunca tendrá fin. Podríamos pensar que nuestro trabajo termina cuando un evento lo hace, pero no es así; siempre hay que dar resultados y pensar en lo que viene. Tenemos que ser proactivos y creativos y ver cada crisis como una oportunidad para crear algo nuevo y sobretodo, para sumar a muchas más personas. El mundo siempre necesitará gente que con su SÍ sea la luz en la vida de muchas personas.
5. Familia. Haciendo voluntariado conocerás a personas que te acompañarán en las buenas y las malas; aquellas que conoces en una actividad, en una capacitación o en un fin de semana de formación, esas personas se vuelven tu familia. Podrás descubrir que tienen muchas cosas en común o podrás ver que no se parecen en lo más mínimo, pero siempre tendrán una meta en común, hacer de este mundo un lugar mejor. Es 100% comprobado, cuando haces voluntariado encuentras a una familia.
Esto es tan solo un poco de lo que he aprendido en estos años y todavía me falta muchísimo. Probablemente al principio de mi carrera no tenía ni idea de qué quería que fuera mi vida, ni en qué trabajar, pero poco a poco todo va tomado su rumbo; la misma vida se encarga de eso, así que no te desesperes. Cada voluntario, persona a la que ayudas o evento, deja algo en ti; cuando pensamos que estamos ayudando a los demás, nos damos cuenta que lo que recibimos es mucho más grande. Son esos momentos los que te cambian la vida, te marcan y ya no puedes ser igual. Ser voluntario o trabajar en algo relacionado con Compromiso Social, marca un antes y un después, y es nuestra responsabilidad hacer algo con ello.
Aprendamos cada día y no nos demos por vencidos si algo sale mal, recuerda que venimos a ser luz en el mundo y eso es lo que da un gran sentido a nuestra vida.
“Cuando pensamos que estamos ayudando a los demás, nos damos cuenta que lo que recibimos es mucho más grande.”