Entender cómo funciona tu cuerpo te permite cuidarte y llevar una vida saludable y, un factor clave para que esto suceda, es realizar acciones para cuidar el sistema inmunológico, el cual, es el escudo protector para defenderte contra agentes infecciosos como virus, bacterias y hongos.
Por ello, aquí te dejamos algunos consejos que nuestra Escuela de Medicina recomienda sobre cómo cuidar tu sistema inmunológico para que funcione eficazmente, puedas llevar una vida más equilibrada y menos propenso a enfermarte.
El sistema inmunológico es un sistema complejo de células, tejidos y órganos que trabajan de manera conjunta para defender nuestro cuerpo de organismos invasores y sustancias nocivas; es decir, te protege de enfermedades e infecciones. Su función principal es identificar y destruir estos agentes perjudiciales para mantener la salud del organismo.
El cual se compone de dos partes principales:
Un sistema inmunológico fuerte es clave para tener una buena salud, pues cuando funciona de manera correcta es capaz de identificar y eliminar patógenos de manera eficiente, previniendo enfermedades; en cambio cuando el sistema inmunológico está debilitado es más propenso a infecciones, resfriados, gripe y otras enfermedades, afectando la calidad de vida y productividad.
Mantenerlo fuerte y saludable, no solo puede ayudar a reducir la gravedad de las enfermedades cuando se presentan, sino que también estamos cuidando nuestra salud a largo plazo pues ayuda a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardíacas y cáncer.
La importancia del Sistema Inmunológico en 4 puntos:
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Es importante entender que el estilo de vida que llevamos condiciona nuestra salud, por lo que incorporar buenos hábitos es clave para gozar de buena salud. Existen diversas formas de cuidar el sistema inmunológico y mantenerlo en óptimas condiciones para que esté listo para protegerte de invasores dañinos y garantizar salud y bienestar que en este blog te presentamos.
Alimentación saludable
Lo que comes se convierte en el combustible para tus defensas, teniendo un impacto directo en el sistema inmunológico. Una dieta rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, proteínas magras y grasas buenas proporcionan los nutrientes esenciales para que las células inmunitarias puedan funcionar correctamente.
Se recomienda limitar o reducir el consumo de azúcares refinados y alimentos procesados, grasas saturadas y trans que se encuentran en las carnes rojas, alimentos fritos y productos lácteos enteros, pues su consumo excesivo puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas.
Ejercicio regular
La actividad física regular no solo beneficia a nivel salud física en general, sino también es un excelente impulso para tu sistema inmunológico. El ejercicio ayuda a aumentar la circulación sanguínea, por lo que las células inmunológicas se mueven libremente por el cuerpo, lo que les permite combatir mejor las infecciones.
Se recomienda realizar al menos 30 minutos de actividad física moderada la mayoría de la semana, como caminar, trotar, nadar o andar en bicicleta; así como incorporar ejercicios de fuerza al menos dos veces por semana para ayudar a fortalecer los músculos, que nos ayudan a proteger las articulaciones de lesiones.
Sueño reparador
Además de ser esencial para la salud en general, dormir lo suficiente y tener un buen descanso es fundamental para una sistema inmunológico saludable, pues durante el sueño, el cuerpo se repara y regeneran las células, incluidas las inmunitarias. Se recomienda dormir de 7 a 8 horas por la noche para adultos, aunque la cantidad de sueño necesaria puede variar según la edad y otros factores.
Hidratación adecuada
Beber suficiente agua es fundamental para el buen funcionamiento del organismo en general, y el sistema inmunológico no es una excepción. La deshidratación puede afectar la producción y el movimiento de las células inmunitarias, haciéndolas menos efectivas para combatir las infecciones, además de ayudar a eliminar toxinas y mantener los tejidos saludables. Se recomienda beber de 8 a 10 vasos de agua al día aunque la cantidad exacta puede variar según la edad, el nivel de actividad y el clima.
Además de hidratarte con agua pura, consume frutas y verduras ricas en agua, las cuales aportan vitaminas y minerales esenciales para la salud.
Gestión de estrés
El estrés crónico también puede debilitarte y hacerte más vulnerable a las enfermedades, por ello, es importante aprender a gestionarlo de manera efectiva. Existen diversas técnicas que te podrán ayudar a encontrar el equilibrio y así fortalecer tus defensas, tales como la respiración profunda o diafragmática que ayuda a calmar el sistema nervioso y reducir el estrés, la medicación que ayuda a calmar la mente y el cuerpo, o el yoga que combina ejercicios físicos, respiración y meditación para promover el bienestar físico y mental.
Mantener una buena higiene
Aunque sea una de las prácticas más habituales, es importante recordar que lavarse las manos regularmente, especialmente antes de comer, después de usar el baño o después de estar en contacto con personas enfermas, puede prevenir la propagación de gérmenes y ayudar a mantener el sistema inmunológico en óptimas condiciones.
Además de lavarte las manos, también es importante cubrirse la boca y nariz al toser o estornudar, evitar tocarte los ojos, nariz y la boca con las manos sin lavar, así como limpiar y desinfectar las superficies de tu hogar con frecuencia.
Vacunarse
Las vacunas son una herramienta fundamental para fortalecer el sistema inmunológico y protegerlo de enfermedades específicas. La OMS recomienda que todos los niños y adultos se mantengan al día con sus vacunas, entre las más importantes para salud en general se encuentran la siguientes: Vacuna contra el tétanos, poliomielitis, sarampión, paperas, rubéola, influenza, hepatitis B, contra el virus del papiloma humano, tos ferina y difteria.
Cuidar y fortalecer el sistema inmunológico es esencial para mantenerte saludable y prevenir enfermedades. Adoptar hábitos saludables como una alimentación balanceada, ejercicio regular, dormir adecuadamente, hidratarse bien, gestionar el estrés y una buena higiene puede protegerte de enfermedades y disfrutar de una vida más plena y saludable.
Recuerda que la información proporcionada en este blog es de carácter informativo y no reemplaza la consulta con un profesional de la salud. Si tienes alguna duda sobre tu salud, puedes consultar el Centro de Estudios Clínicos Anáhuac Mayab.