A medida que pasan los años, el número de personas que persiguen una Maestría en Innovación y Emprendimiento (MBI) en lugar de un MBA va en aumento. Esto nos plantea dos preguntas: ¿por qué está sucediendo? Y, con mayor importancia para ti y para otras personas en búsqueda de programas relacionados, ¿cuál es la diferencia entre un MBA y una Maestría en Innovación y Emprendimiento? Parecería que las diferencias son sutiles, pero en realidad son bastante distintivas.
Quizás te preguntes si realmente un emprendedor necesita un posgrado, especialmente porque sus labores son más que nada prácticas y operativas. Esto seguramente se debe al pensamiento de que no se requiere de una maestría que avale sus conocimientos (“¡un papelito más!”), y muchos aspirantes a empresarios piensan que una sola idea brillante los llevará a la cima, justo como les sucedió a Zuckerberg, Bezos o a Jobs.
Sin embargo, la realidad es otra—y claro que la pasión por los negocios es indispensable, pero para aquellos que ya la tienen, saber cómo poner en marcha un negocio puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Tener confianza en sus conocimientos, en sus habilidades y su capacidad de liderazgo hará que los riesgos y errores que inevitablemente suceden en todas las empresas, sean menos costosos para el camino del éxito de su empresa. Muchos emprendedores afirman que si hubieran aprendido todo lo que se obtiene en una maestría de antemano, sus empresas podrían haber sido aún más exitosas y con menos trabas en el camino.
Un MBA y un MBI comparten cualidades como las de familiarizarse con las estrategias de marketing, negocios, contabilidad, ventas y administración en el día a día. Y es que a las dos las podemos definir como programas que giran alrededor de proyectos rentables, pero la diferenciación se encuentra en el camino por el cual quieras elevar estos proyectos.
Aquellos que deciden obtener una Maestría en Emprendimiento a menudo quieren diversificarse por sí mismos como líderes empresariales. En estos tiempos económicos difíciles, constantemente son los que crean los trabajos quienes tienen más empleo remunerado. Este perfil no quiere ser un engranaje de la máquina, sino como el maquinista.
Un MBA prepara a una persona para ser un gran líder de una empresa ya establecida. La Dirección de Empresas es un elemento clave de cualquier organización y los grandes administradores se convierten, a su vez, en grandes Directores y Ejecutivos de sus compañías, pero ¡ojo! Esto también es el motivador detrás de la elección de una Maestría de Emprendimiento.
El plan de estudios de un MBA se centra en la administración de negocios y desarrollo de habilidades gerenciales en un ambiente competitivo con enfoque creativo para expandir el conocimiento y operar la empresa desde un alto cargo. El título en sí enfoca gran parte de su aprendizaje no empresarial en temas tales como las humanidades y otras disciplinas como ética y responsabilidad social.
Una Maestría en Emprendimiento implica el aprendizaje de métodos científicos en el inicio, funcionamiento y tenencia de una empresa en lugar de simplemente ser un operador clave de ésta. Abarca los aspectos de la innovación desde un producto, servicio, proceso, mercadotecnia y sistema organizacional hasta las nuevas tecnologías y sustentabilidad.
Las dos maestrías proporcionan cierta mentoría valiosa y, evidentemente, oportunidades de establecer contactos para ambos perfiles. La diferencia radica en la dirección que se desea alcanzar una vez adquieras conocimiento. Para aquel que tiene ya, o desea iniciar su propio negocio, la Maestría en Innovación y Emprendimiento puede ser la adecuada para acelerarlo y mantenerlo con valiosa dirección y éxito. Sin embargo, si uno es parte de la escalera corporativa y está buscando avanzar en su campo —y esto es más valioso para el sector financiero o económico—, entonces un MBA es claramente el objetivo a seguir.