Mucho se habla de la importancia del IQ (proveniente de aleman Intelligenzquotient) que es obtenida a través de un test estandarizado que genera un resultado numérico determinando el nivel de inteligencia de un individuo.
Es una realidad que las personas que obtienen un resultado alto de IQ tienen altas posibilidades de tener mejores resultados en los estudios y en el ámbito profesional.
Cuando hablamos de éxito se nos viene a la mente que las personas que cuentan con un alto nivel de IQ tienden a ser más propensas a lograrlo, sin embargo nuevas investigaciones han demostrado que esto no es necesariamente un hecho.
No debemos asumir que la inteligencia es el factor más importante para triunfar en cualquier ámbito de la vida, ya que existen otras cualidades que son igual de relevantes, por ejemplo: la motivación, constancia, disciplina y las habilidades sociales; estas cualidades se desprenden de la actitud que en los últimos años ha sido considerada como un factor fundamental para alcanzar el éxito.
La actitud influye en la forma en la que percibimos la realidad, afectando nuestras decisiones ya sea de manera positiva o negativa. Contar con una actitud adecuada te permite afrontar los diferentes obstáculos que se pudieran presentar en tu vida profesional.
La psicóloga Carol Dweck de la Universidad de Stanford encontró que las actitudes fundamentales de las personas orbitan en dos categorías: una mentalidad en crecimiento y una mentalidad fija.
Las personas que mantienen una mentalidad fija tienden a seguir una estructura de pensamiento cerrado, lo que les dificulta enfrentarse a las problemáticas que se encuentren fuera de su nivel de competencia. Este tipo de mentalidad es la principal causante del sentimiento de fracaso y frustración.
Cuando una persona cuenta con una mentalidad en crecimiento tiende a adaptarse a los diferentes desafíos que se presenten para alcanzar el éxito. Este tipo de personas tienen la certeza que la constancia y esfuerzo son elementales para lograr sus objetivos.
A largo plazo, una actitud adecuada con una mentalidad abierta es capaz de superar los obstáculos que se le presenten, incrementando sus conocimientos y ampliando sus niveles de inteligencia. Esta capacidad de adaptación es importante en el desarrollo de una carrera profesional.
Son muchas las cualidades que te permiten mantener tu mentalidad abierta, al nutrirlas diariamente verás que tu actitud será la que te abra las puertas del éxito, recuerda que el talento es tan importante como la disciplina.
Puede ser que existan personas con el IQ alto, pero que no tengan la fuerza de luchar por sus sueños o que la pereza los detenga, lo que los puede llevar al conformismo. Algunas de las características que distinguen a las personas con mentalidad abierta y que deberías aplicar a tu vida son:
No rendirse es uno de los principales ingredientes del éxito, aún cuando las cosas no estén yendo por donde deseas, continúa esforzándote para conseguir tus objetivos.
Sabemos que no podemos dejar todo en las manos del destino, por lo que debes considerar actuar para que las cosas sucedan. Las grandes ideas surgen de pequeños pensamientos, aprovecha y comienza a apostar por tu crecimiento profesional.
Incrementar tus conocimientos y habilidades es una forma de sobresalir. La educación continua es la clave para desarrollar tus talentos e inteligencia innata, por lo que seguir con tu preparación académica es otra forma de demostrar que cuentas con una actitud adecuada.