Innovar es una gran fuente de oportunidades para las empresas, pero cuando éstas se enfocan en la innovación se pierden de un elemento fundamental, explica el escritor Chunka Mui, colaborador de Forbes encargado de ayudar a los lectores a detectar tendencias emergentes y escritor de libros como The New Killer Apps y Billion Dollar Lessons.
Para el especialista muchas empresas enfocan su atención en los retos y oportunidades que se encuentran en el corto plazo y no en ser innovadoras en la forma de innovar. “Esta es la diferencia entre comprar un pescado y aprender a pescar”.
Una forma de entender cómo se debe llevar a cabo la innovación en una empresa la desarrolló el ingeniero e inventor Douglas Engelbert, quien explicó que la clave de la viabilidad a largo plazo de una organización es mejorar cada vez más para mejorarse a sí misma.
Debido a la cambiante naturaleza de las empresas, los desafíos globales cada vez más complejos y urgentes que enfrentamos, con un mercado que cambia rápidamente, señala Doug Engelbert, las empresas deben ser cada vez más rápidas e inteligentes para identificar e integrar mejoras en sus operaciones diarias.
Las organizaciones de todos los tipos y tamaños no solamente necesitan mejorar su funcionamiento, sino también “mejorar la forma en que mejoran”. Tener esta capacidad de cambio debe ser un elemento clave en la estrategia de innovación de cada organización.
¿Tu empresa o en la que trabajas está innovando? Presta atención al ABC de Engelbert, podría serte de gran utilidad para que la organización sea innovadora en su forma de innovar y no se quede estancada.
La propuesta se resume en el “ABCs of Organizational Improvement”. Este modelo propone que toda organización tiene un proceso “A”, la cual incluye sus actividades centrales, que según su giro pueden ser el desarrollo de productos, la manufactura, la distribución, el marketing, ventas, etc.
La Innovación como la entendemos se encuentra en el punto “B” del proceso, el cual se encarga de mejorar la forma en que la organización lleva a cabo el punto “A”. Las empresas realizan este paso contratando a especialistas o entrenando a su personal, implementando nuevas herramientas, mejorando los procesos, entre otros.
El punto “B” se resume con una simple pregunta: ¿cómo hacemos esto mejor? El proceso “B” es el encargado de hacer que “A” sea más rápido, mejor, más barato y que genere mayores ganancias.
Pero en el modelo de Engelbart necesita haber un proceso “C”. Este proceso se trata de “cómo mejorar en la manera en cómo mejoramos”.
Estas actividades son parte fundamental de cualquier organización sana, el problema es que muchas veces no son tomadas en cuenta, se innova por necesidad y no como parte de un plan integral en el largo plazo.
Una gran cantidad de organizaciones necesitan adquirir formas mucho más efectivas de identificar y asimilar mejoras dramáticas en forma continua. Necesitan especialmente tener la capacidad para identificar retos y oportunidades. Es tarea del proceso “C” evaluar resultados y ver cómo superar barreras, este proceso debe ayudar a la organización a mejorar de manera más inteligente, más rápida y más económica.
La falta de un proceso C bien armado fue el que lllevó a Kodak al fracaso, esta empresa se resistió por décadas a pensar en la fotografía digital en algo más allá que una extensión de su proceso “A” basado en rollos de fotografía.
El experto en tendencias, Chunka Mui, concluye que en el mundo de los negocios un líder lento va a fracasar frente a un competidor rápido. El competidor más rápido será el que tenga la mayor aceleración sostenida y esto se logra mediante la innovación.
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