Las empresas han implementado distintas estrategias para sobrevivir a la crisis ocasionada por la pandemia y ahora, se preparan para enfrentar la nueva normalidad, que puede implicar desde un ajuste en el horario de servicio, reconversión de espacios, optimización de recursos hasta una obligada transformación digital.
Enrique Mendoza, mentor en el Parque tecniA y fundador de la empresa de servicios de tecnología Enitma, ofreció el Webcast “La Transformación Digital. El día después de la crisis”, donde platicó sobre cómo nuestra comunicación se ha dado mediante plataformas y, aunque ha sido muy fácil para un gran sector de la población, también se la ha dificultado a muchos otros, entre ellos, los adultos mayores o los sectores con cierto rezago tecnológico.
La crisis impulsó a muchas empresas estancadas a tener que renovarse y quienes nunca pensaron que podrían trabajar desde casa, hoy lo están haciendo.
Entre los sectores afectados que tuvieron que acelerar su transformación digital, se encuentra el educativo. Aunque las universidades ya estaban avanzando en el tema al ofrecer charlas y dar clases en línea, las escuelas primarias y secundarias (es decir, la educación básica y la educación media), no se encontraban listas para este salto, y tuvieron que hacerlo atropelladamente para poder ofrecer sus servicios.
Ni siquiera los servicios religiosos se pudieron librar de este salto tecnológico. “Las iglesias, cuya labor es principalmente en persona, tuvieron que adaptarse y mover todos sus servicios al formato digital. Hoy, iglesias y su comunidad, pueden tener los servicios religiosos por videollamadas, algo que antes era muy poco usual”, destaca.
Hasta en lo social hemos cambiado, menciona el especialista. Las reuniones sociales son a través de las plataformas para videoconferencias. Se organizan fiestas, la gente se reúne, platica, juega. Al no tener el contacto social cotidiano, hemos encontrado nuevas formas de socializar.
Las empresas se han tenido que transformar, ya no es el mismo servicio el que da una tintorería, una empresa de lavados de coche, un cine o la tradicional oficina.
“El home office ha sido clave, las empresas están considerando si mantendrán esta práctica terminando la pandemia debido a los grandes beneficios que están siendo evidenciados”, señala.
Al respecto, mencionó que muchas empresas evitan grandes rentas, servicios, agua, limpieza, energía eléctrica. Todo esto se tuvo que transformar de un día a otro, tuvieron que por causas de fuerza mayor transitar a un entorno mucho más digital.
El especialista señala que para dar el salto correctamente hacia el home office es recomendable la capacitación, además de mucha disciplina, y una gran confianza entre el empleador y el trabajador. Algunas ventajas del home office son:
Sin embargo, también se deben considerar algunas desventajas como: una mala gestión del home office, menor socialización y dificultad para transmitir valores de la empresa. Para evitar estos riesgos, menciona que la empresa debe estar preparada para el home office, establecer el trabajo por objetivos y fortalecer el compromiso.
Otro punto que resalta es que tendremos que modificar la manera en que hacemos negocios, cambiar el cara a cara por una comunicación mediada por plataformas. La contingencia rompió muchos mitos de que se tuviera que realizar grandes viajes, ahora las empresas se pueden ahorrar mucho dinero y realizar acuerdos por vídeo llamadas.
Esta crisis es una oportunidad para repensar nuestras empresas y analizar ¿qué estamos haciendo ahora para el día después de la crisis? Para esto, Enrique Mendoza recomienda:
*Escrito por Mario Ovies