En esta ocasión entrevistamos al Ing. Camilo Olea García, Egresado Anáhuac Mayab de Ingeniería en Sistemas y Estratégicos de Información (2005) quien nos comparte acerca de su proyecto Kaanbal, así como su experiencia fundando Olea Consulting: Consultoría en Marketing Digital y Comercio Electrónico. Además, el Ing. Olea detalló recuerdos y experiencias de la Universidad que le han ayudado a formarse como persona y profesionista.
Después de trabajar por 10 años en Marketing y Tecnología en diferentes empresas líderes en la región, decidí lanzar mi propia consultoría de marketing digital y comercio electrónico. En este emprendimiento tengo el gusto de colaborar con otros profesionistas independientes, cada quién especialista en su respectiva área, donde trabajamos de manera conjunta para proveer soluciones integrales y estratégicas para nuestros clientes.
Mi labor además de dirigir a la empresa y ser el Project Manager también consiste en análisis, desarrollo, implementación y seguimiento de estrategias de publicidad digital. Paralelo a ello, desde hace casi 3 años cofundé junto con Pedro González Kaanbal Innovación Social A.C., un emprendimiento social que busca llevar educación, mejores oportunidades y preservación cultural a comunidades rurales de México y el mundo.
Dicho emprendimiento tuvo el honor de ser incubado en Parque tecniA, y a la fecha tenemos ya varias implementaciones del mismo en comunidades de Quintana Roo y Yucatán, además de haber sido presentado oficialmente en la Universidad de Harvard, y el Massachussets Institute of Technology (MIT).
Mis responsabilidades en Kaanbal son variadas y van desde el hacer contacto con comunidades, buscar patrocinadores, dar seguimiento a implementaciones y siempre estar a la constante búsqueda de fondos y aliados que nos permitan llevar el proyecto adelante.
Si bien entiendo el valor de los esquemas organizacionales, siempre he sido una persona muy inquieta y que busca la mejor manera de realizar cualquier proceso. De modo que en algunas ocasiones tenía que seguir las indicaciones de mis superiores aunque estuviera seguro que podíamos intentarlo de otra manera. Al empezar a tener clientes de manera externa y validar la efectividad de mis estrategias, finalmente tomé la decisión de arriesgarme y dejar el mundo corporativo para iniciarme en el emprendimiento profesional de lleno.
Un factor importante en mi desempeño como emprendedor sin duda alguna ha sido la disciplina. Irónicamente, cuando te vuelves emprendedor es cuando más disciplina y constancia necesitas; se tiene la idea equivocada de que al ser tu propio jefe puedes hacer lo que quieras, y no es del todo así. Si bien eres dueño de tu tiempo y como decidas emplearlo, no puedes dejar de lado que tienes ahora no un jefe, si no varios: tus diferentes clientes. Y cada uno es diferente, y necesitas cumplir con todos. De modo que forzosamente aprendes a organizar tu tiempo de la mejor manera y ser una persona más constante y responsable para poder cumplir todos tus objetivos.
Para ser honesto, creo que lo que más valoro de mi experiencia en la Universidad Anáhuac Mayab es que me permitió exponerme más a temas humanistas. Llevé clases y conocí maestros cuyas enseñanzas sigo y seguiré aplicando por el resto de mi vida. Recuerdo con mucho agrado un curso de verano en particular, donde como parte de una tarea de campo de la materia humanista que llevé se nos pedía ir a asilos de la ciudad e involucrarnos ayudando y compartiendo tiempo con los ancianos que ahí vivían.
En principio fue un shock para mí, pues nunca antes me había acercado a un lugar así. Sin embargo, al poco tiempo hice buenos amigos con algunos de los ancianos, y me aterrizó mucho el conocer gente con otros perfiles tan diferentes al mío. En otra ocasión también visitamos un albergue de gente con VIH y bueno, la experiencia también fue fuerte; pero al final, también muy gratificante. Pienso que estas experiencias literalmente me cambiaron la vida, y me hicieron voltear a ver más hacia mi alrededor, mi comunidad, y como siempre mejorarla.
La decisión no fue muy difícil; en esas épocas (finales de los 90’s) no había una gran oferta educativa en mi estado (QROO), por lo que después de intentar estudiar en la CDMX (y aprender la gran diferencia entre ir de vacaciones y vivir ahí todos los días) decidí regresar a una mejor calidad de vida. Haciendo un análisis de opciones más cercanas a mi ciudad, y después de visitar personalmente la Universidad Anáhuac Mayab, decidimos que era la mejor opción. También me animé por que me gustó mucho la ciudad de Mérida y su estilo de vida tranquilo.
Como ya mencioné, recuerdo y agradezco mucho todas las materias humanistas que llevé por las grandes enseñanzas que a la fecha sigo aplicando. Por supuesto que también hice grandes amigos que recuerdo con mucho cariño y varios de ellos siguen estando presentes en mi vida.
Y no puedo dejar de lado la gran ayuda emocional que recibí por parte de Mildred Barrios, una psicóloga de la Universidad quien fue un factor fundamental para ayudarme a sobrellevar una etapa muy difícil de mi vida. Pienso que si no hubiera hecho contacto con ella en ese momento mi vida hubiera sido muy distinta; y es algo por lo que siempre estaré agradecido, pues la conocí ahí mismo en la Universidad Anáhuac Mayab.
Después de tantos años de trabajo como empleado, y otros tantos como emprendedor, mi consejo a los alumnos es muy concreto: ¡no se queden sólo con lo que les dan en la Universidad! Y no digo esto porque sea malo, si no por que es fundamental que salgan allá afuera, conozcan otros puntos de vista, hagan alianzas con otras personas, intenten echar a andar un proyecto y tengan muchos fracasos: pues cada uno es señal de que intentaste algo nuevo. Así que salgan, creen, compartan, aprendan, y vuelvan a intentarlo siempre una vez más.
Y a los egresados les pediría que por favor, en la medida de sus posibilidades, también hagan uso de sus capacidades para ayudar a los más necesitados y no únicamente para crecer profesionalmente. Uno no sabe lo importante que es el transformar la realidad de las comunidades hasta que no se aventura a conocerlas de manera directa y conoces a la gente tan valiosa que las habita.
Les comparto que si bien tengo muchas satisfacciones profesionales, mis recompensas más gratificantes siempre han sido el ver cómo puedes ayudar a transformar la vida de alguien. Es algo que te da otro tipo de crecimiento.