Sabemos que antes de embarcarte en tu experiencia de intercambio tendrás muchas preguntas, miedos e inseguridades; pero te aseguramos que todo esto, comparado con los beneficios y las buenas memorias que harás, valdrá la pena.
No te asustes. Esta etapa de tu vida te permitirá descubrir habilidades que quizás no sabías que tenías, conquistar nuevos retos y resolver problemas. Pero… ¡claro! Estamos aquí para ayudarte y orientarte, lo cual es la razón detrás de por qué decidimos escribir este blog post.
Sin más preámbulos… comencemos:
Si estás leyendo esto y te preguntas… ¿visa? ¿Qué visa? Oh Dios, te tenemos noticias.
Todos los estudiantes necesitan una visa o permiso de estudiante para entrar al país en donde se encuentra la universidad de intercambio. Para solicitar una visa de estudiante, la embajada o consulado requiere la presentación de varios documentos, entre ellos: carta de aceptación de la universidad de intercambio, pasaporte vigente, comprobante financiero, certificado de buena salud, seguro médico, etc.
Este proceso puede tardar aproximadamente entre dos y seis semanas, y esto depende única y exclusivamente de las Embajadas y Consulados. Considera que ellos respetan los días feriados de nuestro país, así como los del país al que pertenecen.
La mayoría de las universidades envía información sobre opciones de alojamiento previo a tu llegada, en algunos otros casos esta información se encuentra dentro de las páginas web en la sección internacional. Normalmente, las Oficinas Internacionales de las universidades cuentan con personal especializado en este aspecto, podrás contactarte con ellos durante tu proceso de aceptación.
También existen sitios en internet que ofrecen renta de cuartos o departamentos en el extranjero como www.discoverabroad.com, https://housinganywhere.com/ y www.hostelworld.com, o bien puedes contratar a alguna agencia inmobiliaria que te ayude con el tema.
Obviamente, debes dejarles saber a tus amigos y familiares que estás estudiando en el extranjero; eso es un hecho y contamos con que serás diplomático con ellos. Aunque no lo creas, ésta es una parte del proceso de intercambio que a muchos estudiantes se les olvida, porque no le dan la importancia que tiene al ser algo tan rutinario y común, o por ver a las personas constantemente.
El no hacerlo te meterá en apuros durante tu intercambio, especialmente si tienes pagos pendientes, algún compromiso personal o laboral o simplemente apego a algunos seres queridos.
Debes contactar a tu banco telefónicamente y notificar que estarás en el extranjero: lugar y duración del viaje. Asegúrate que menciones todas tus cuentas, tarjetas y comprobantes. Domicilia todos los pagos que hagas de forma manual. Si bien en los pasados años ya no es necesario hacer este paso o trámite en la mayoría de los bancos —pero no en todos— no querrás quedarte sin dinero durante tu intercambio porque te bloquearon el acceso a tu cuenta.
De igual manera, verifica si te conviene abrir una cuenta en bancos locales de tu destino, porque en ocasiones las tasas de intercambio de divisas pueden ser astronómicas. Siempre, en la escuela como en la vida, es mejor ser precavido.