Para mí, el voluntariado es una vela que cuando la enciendes, la única manera de seguir transmitiendo ese fuego, el amor por el voluntariado, es cuando ayudamos a los demás a prender su vela. Debido a que no sirve que solo hagamos voluntariado, sino que invitemos a más personas o compartamos esta experiencia.
Pero haber ido a misiones fue la primera chispa que permitió que prendiera mi vela. Además, ahí fue en donde conocí a Alex, quien fue el que me enseñó el impacto que generamos a través del voluntariado, sin darnos cuenta. Y es verdad, muchas veces recibimos más de lo que damos.
El segundo voluntariado que permitió que aprendiera a amar mi carrera y que hizo que mi vela siguiera prendida fue Alma ASUA y Salud en Movimiento. Esto se debe a que me demostraron cómo a través de mi carrera puedo ayudar a muchas personas que están en una situación vulnerable y que no pueden acudir a un centro de salud. Asimismo, me enseñaron a no tener miedo de intentar cosas nuevas, ya que uno aprende con la práctica. Fue aquí donde pude conocer a Neto y a Brenda, los que hicieron que me enamorara de ASUA.
Por último, se encuentra Vagones de Sonrisas. Este programa ocupa un lugar especial en mi corazón porque pude conocer a más personas que también les apasiona hacer voluntariado, que siempre están buscando cosas nuevas para hacer, personas que buscan ayudar y que nunca se rinden hasta lograrlo. Personas que ahora son mi familia y mis ejemplos a seguir, como Nicky y Cami, que nos muestran el amor que le tienen a lo que hacen.
Así que no le teman a hacer cosas nuevas, porque esas cosas son las que más te terminan llenando y enseñando que tú eres capaz de hacer todo lo que te propones. Permítete ser la chispa que ayuda a prender las velas de las demás personas.
"Permítete ser la chispa que ayuda a prender las velas de las demás personas” - Mariela Lopez
Escrito por: Mariela Lopez | Presidenta ASUA | Coordinadora Vagones de Sonrisas