¿Te has puesto a pensar en todas las grandes o pequeñas oportunidades que se te han presentado en la vida? ¿En qué escuela estudiaste? ¿Fuiste o vas a clases extracurriculares? ¿Quiénes están cerca de ti?...
Bueno, todas esas oportunidades que llegan nos van formando como personas, nos permiten caer y aprender, pero ¿te has dado cuenta que para muchas personas que tienen el mismo valor que tú, no se les presentaron? Es ahí cuando existen las desigualdades, para algunos va a ser más fácil llegar a su meta, en cada uno de nosotros está apoyar a los que se van quedando atrás.
Te invito a que pienses en alguna problemática que te cause mucho dolor, impotencia o enojo. Te pregunto: ¿Has investigado del tema?, si la respuesta es sí, ¿existe algún subtema que te interese más?, luego, ¿esa problemática se encuentra en tu país, estado, ciudad o colonia?, y por último, ¿has pensado en alguna idea que podría funcionar para contribuir a la causa? ¿existe algún lugar donde puedas aportar tu granito de arena? Si tus respuestas son afirmativas a estas preguntas, solo me queda decirte, ¡hazlo!, deja los miedos a un lado, que vale la pena intentarlo.
Les cuento brevemente quién soy, una estudiante de comunicación de cuarto semestre, agradecida con la vida y las oportunidades que se me han brindado, afortunada por las personas que tengo al lado, que sin duda me han hecho crecer. Soy una persona que ha cometido errores pero siempre intento aprender de ellos.
Desde que tenía 10 años, gracias a mi tía Martha, empecé a participar como voluntaria/staff en conferencias, talleres y campamentos relacionados en temas de educación. Recuerdo que lo disfrutaba mucho, conocía a personas de distintos estados y países que se reunían en un punto en común para trabajar en conjunto y ofrecer soluciones innovadoras a problemáticas educativas; me di cuenta que aún faltaba mucho por hacer pero me inspiró a seguir aprendiendo al respecto.
En este punto aprendí cómo los proyectos se pueden transformar con las ideas más locas de otras personas, que al mismo tiempo que se impacta a las personas a las que va dirigido el programa, también se está impactando a las personas que lo están llevando a cabo, que cuando se siente miedo por emprender algo, es justo lo que se necesita, ya que poco a poco se va superando aquello que cada persona cree que son sus límites.
Gracias Maggie, Gaby, Miguel, Daniel, Jimena, Maffe, César y Rodrigo por su dedicación y esfuerzo siempre, por llegar con la mejor actitud y simplemente, ponerse al servicio de los demás, ASUA por una sonrisa es lo que es hoy, gracias a ustedes.
Para concluir con esta historia, es importante recordar que el compromiso social es más que una foto, es comprometernos con la causa y dar todo nuestro esfuerzo para que realmente nuestras acciones rindan frutos, es informarnos del tema y no perder esa esperanza de que nuestro entorno y nuestro mundo puede mejorar, porque esa vibra se va contagiando en las personas que tenemos cerca, y si en algún momento sentimos incertidumbre, no debemos olvidar que podemos recurrir a las personas que nos contagien esa esperanza y fe en la humanidad. ¡Juntos podemos lograr grandes cambios!
“Agradece y comparte con los demás las oportunidades que se te van presentando en la vida”
Escrito por : Andrea Castro Alamilla | Presidenta ASUA por una sonrisa.