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La mejor forma de viajar sin prisas: Slow Travel

Escrito por Redacción | Apr 16, 2025 12:47:04 AM

La sociedad, las redes sociales y la vida en general parecen indicar que la rapidez es la norma, pero justo entre todo ese ruido cada vez más personas están redescubriendo el placer de tomarse las cosas con calma, incluso al viajar.

Así surge una tendencia que ha ganado fuerza en los últimos años: Slow travel, una forma de turismo que invita a conectar de manera profunda con los destinos, sus comunidades y su ritmo de vida. Más que una moda, es una filosofía que responde a una necesidad creciente de vivir experiencias significativas, sostenibles y auténticas.

¿Qué es Slow Travel?

Antes de profundizar, es importante entender qué es slow travel o viajar despacio. Esta forma de viajar surge como una contracorriente al turismo convencional, donde los itinerarios apretados y el "marcar casillas" suelen primar por encima de la calidad de la experiencia. El Slow travel, en cambio, promueve estancias más largas en menos lugares, una conexión más íntima con la cultura local y una manera de viajar más responsable con el medio ambiente.

En vez de visitar cinco ciudades en una semana, esta filosofía sugiere disfrutar a fondo de una sola, fluir, pasear sin rumbo fijo, saborear la gastronomía local, conversar con los habitantes y entender el ritmo cotidiano del lugar. Es, en esencia, una invitación a cambiar el "ver mucho" por el "vivir mejor".

Slow Travel y su conexión con el turismo sostenible

El slow travel se alinea naturalmente con los principios del turismo sostenible en México y en el mundo. Al evitar los desplazamientos constantes y fomentar la estancia prolongada, reduce la huella ecológica del viajero. Además, prioriza el consumo local y responsable, beneficiando directamente a comunidades y negocios pequeños.

Viajar despacio implica elegir hospedajes con prácticas ecológicas, comer en mercados o fondas tradicionales, y participar en actividades organizadas por gente del lugar. Es una forma de redistribuir el turismo, alejándolo de los centros masificados y acercándolo a regiones menos conocidas, donde el visitante es bienvenido como un huésped, no como un número más.

En México, el turismo sostenible está creciendo con fuerza. Proyectos comunitarios en Oaxaca, Chiapas o Yucatán han demostrado que es posible ofrecer experiencias únicas, al tiempo que se protege el patrimonio natural y cultural. El slow travel no solo apoya estas iniciativas, sino que permite al viajero ser parte activa del cambio.

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Beneficios del Slow Travel para el viajero

Además del impacto positivo en el entorno y las comunidades, el slow travel ofrece numerosos beneficios personales. En una época dominada por el estrés y la hiperconexión, viajar sin prisas puede ser una forma poderosa de reconexión interior.

  1. Mayor bienestar emocional: Al eliminar la presión del “turismo exprés”, disminuyen la ansiedad y el agotamiento. Se viaja con menos expectativas externas y más apertura a lo inesperado.
  2. Experiencias más auténticas: El tiempo permite descubrir rincones ocultos, formar lazos reales con los locales y participar en su cotidianidad. Ya no se trata de tomar la mejor foto para redes sociales, sino de guardar en la memoria momentos valiosos.
  3. Aprendizaje profundo: Al vivir más tiempo en un sitio, el aprendizaje sobre su cultura, idioma, gastronomía y tradiciones es más sólido y duradero.
  4. Ahorro económico a largo plazo: Aunque parezca lo contrario, quedarse más tiempo en un mismo sitio suele reducir costos: menos transporte, descuentos por estancias prolongadas y comidas más caseras que gourmet.

Slow Travel en México: Un país ideal para practicarlo

México es un destino perfecto para el slow travel. Su diversidad geográfica, riqueza cultural y hospitalidad lo convierten en un paraíso para quienes buscan viajar con conciencia y conexión. Desde pueblos mágicos hasta comunidades indígenas que han abierto sus puertas al turismo con respeto, sobran las opciones para recorrer el país sin prisas.

A continuación, te compartimos algunos lugares para relajarse en México, ideales para vivir esta filosofía de viaje:

1. Valle de Bravo, Estado de México

A solo dos horas de la Ciudad de México, este pueblo mágico combina naturaleza, tranquilidad y actividades al aire libre. Aquí puedes practicar senderismo en el bosque, navegar en su lago o simplemente leer un libro en una cabaña con chimenea. Su ritmo pausado y su oferta ecológica lo convierten en un destino ideal para el slow travel.

2. San Cristóbal de las Casas, Chiapas

Rodeado de montañas y comunidades tzotziles, San Cristóbal es un lugar para quedarse, explorar lentamente y dejarse sorprender por su misticismo. Hay mercados locales, talleres de textiles, rutas de café de comercio justo y espacios donde el tiempo parece fluir de otra manera.

3. Todos Santos, Baja California Sur

Este pueblo costero ha sido elegido por artistas, surfistas y viajeros conscientes que buscan paz sin renunciar al confort. Es un excelente ejemplo de cómo combinar turismo responsable, arte local y contacto con la naturaleza. Su oferta de hospedajes boutique, agricultura orgánica y vida cultural lo convierten en un refugio para quienes apuestan por el slow travel.

4. Izamal, Yucatán

Conocida como "la ciudad de las tres culturas", Izamal es una joya tranquila donde conviven la herencia maya, la colonial y la vida contemporánea. Caminar por sus calles amarillas, visitar el convento, probar la cochinita pibil en un mercado local y escuchar las historias de sus habitantes son algunas de las experiencias que hacen de este sitio un lugar ideal para el turismo sostenible en México.

5. Cuetzalan, Puebla

Escondido entre montañas y neblinas, este pueblo mágico es hogar de tradiciones indígenas vivas, cascadas escondidas y cafetales. Aquí el tiempo no corre, se desliza. Ideal para quienes buscan naturaleza, espiritualidad y una desconexión total de la vida urbana.

Cómo empezar a practicar Slow Travel

Si estás considerando adoptar el slow travel en tus próximas vacaciones, aquí van algunos consejos prácticos para iniciarte en esta forma de viajar:

1. Planea menos, siente más

Evita llenar tus días de actividades. Elige un par de cosas importantes por hacer y deja espacio a la espontaneidad. A veces, los momentos más inolvidables surgen sin planificación.

2. Quédate más tiempo en menos lugares

En lugar de recorrer 10 destinos, elige uno o dos y profundiza. Vive como local: ve al mercado, usa el transporte público, cocina tu comida, habla con la gente.

3. Conéctate con proyectos locales

Busca cooperativas, talleres, recorridos con guías comunitarios o experiencias culturales auténticas. Así contribuyes directamente al desarrollo del destino y aprendes desde adentro.

4. Reduce tu impacto ambiental

Evita vuelos internos si es posible, usa transporte sustentable, lleva tu botella reutilizable, y sé consciente del uso de recursos como el agua y la energía. El slow travel es también una forma de cuidar el planeta.

5. Desconéctate digitalmente

Tómate un descanso de redes sociales, correos y notificaciones. Viajar también puede ser una oportunidad para reconectar contigo mismo sin distracciones.

Slow Travel: Una forma de vida

Más que una tendencia pasajera, el slow travel está ganando terreno como una verdadera filosofía de vida. En una sociedad donde todo parece acelerado, esta forma de viajar nos recuerda que el valor está en la profundidad, no en la cantidad. Que el tiempo no se mide en selfies, sino en silencios compartidos, conversaciones auténticas y vivencias que transforman.

Adoptar este enfoque no solo transforma nuestras vacaciones, sino también nuestra forma de estar en el mundo: más presentes, más conscientes, más humanos. México, con su calidez y diversidad, nos ofrece el escenario perfecto para hacer esta pausa necesaria y redescubrir lo que realmente importa cuando salimos de casa.

Así que la próxima vez que pienses en tu siguiente viaje, pregúntate: ¿Quiero ver mucho, o quiero vivir bien? Si eliges lo segundo, ya estás caminando hacia el slow travel.