Imagina que tienes una gran idea para un negocio, pero no estás seguro si los que serían tus clientes realmente están interesados en lo que vas a desarrollar y, sobre todo, si lo necesitan y están dispuestos a pagar por ello. Ahora imagina que inviertes todo el dinero que has ahorrado los últimos 10 años, tu tiempo y energía en poner en marcha esa idea que, según tú, iba a ser el éxito del momento… y luego nadie la compra.
Algo similar le ha pasado a aproximadamente el 52% de emprendedores en México, que tienen que cerrar sus negocios antes de cumplir dos años, según cifras del INEGI. Triste, ¿verdad?
Pero como queremos que esto no te pase, hoy te contaremos sobre una metodología que ha revolucionado la forma de crear empresas y lanzar productos al mercado, denominada Metodología Lean Startup.
Lean Startup es una metodología creada por Eric Ries, un emprendedor de Silicon Valley, quien publicó el libro The Lean Startup en 2011. Está inspirada en los principios de manufactura esbelta de Toyota y propone una forma más ágil, rápida y económica de emprender.
La esencia de el método Lean Startup es evitar que inviertas años construyendo un producto “perfecto” que nadie quiere. En lugar de eso, sugiere lanzar algo pequeño, probarlo con clientes reales y aprender de su respuesta —a lo que en el ecosistema emprendedor llamamos “testear”. Así, el producto mejora continuamente, basado en datos reales, no en suposiciones.
Entonces, si te preguntas qué es el método Lean Startup, podemos decir que se trata de una forma inteligente de crear valor real, que permite corregir errores antes de que sean costosos, y aumentar las probabilidades de éxito de una idea de negocio.
En resumen, la Metodología Lean Startup busca reducir el riesgo de emprender y validar cada paso con el cliente desde el principio. Es ideal para desarrollar productos, servicios o empresas en condiciones de alta incertidumbre.
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La metodología se basa en un ciclo continuo que se repite una y otra vez: Construir, Medir y Aprender. De acuerdo con Ries, este ciclo es la mejor forma de mejorar tu producto o servicio, ya que recibes retroalimentación constante de tu cliente. A continuación, te explicamos brevemente cada una de las etapas:
No se trata de construir el producto completo, sino un Producto Mínimo Viable (PMV o MVP, por sus siglas en inglés). Este es una versión básica que permite probar la idea con el menor esfuerzo posible. Puede ser una app sencilla, un video demostrativo o incluso una página con una breve descripción del producto. Lo importante es que sea funcional y que puedas mostrarlo a usuarios reales.
Se lanza el PMV a un grupo de clientes reales y se recogen datos:
Aquí, las métricas son clave. Lo que no se mide no se puede mejorar. Es necesario establecer desde el inicio qué indicadores vas a observar (como tasa de conversión, retención o satisfacción del usuario).
Con base en los resultados obtenidos, se toman decisiones:
Este enfoque es especialmente útil en un entorno de incertidumbre, como el que viven la mayoría de las startups. En lugar de predecir el futuro, el cual es muy incierto, el método Lean Startup nos enseña a explorarlo paso a paso, de forma inteligente y adaptativa.
La Metodología Lean Startup no es solo teoría. Muchas empresas conocidas la han utilizado, algunas incluso sin saber que estaban aplicando esta filosofía antes de que se formalizara. Nos gustaría compartirte algunos casos de éxito de empresas que hoy seguramente están integradas en tu vida cotidiana:
Cuando sus fundadores querían validar su idea de almacenamiento en la nube, en lugar de desarrollar la plataforma completa, crearon un video explicativo mostrando cómo funcionaría. Este video fue tan efectivo que miles de personas se registraron para probar el producto —el cual todavía no existía—. Esa validación fue suficiente para saber que valía la pena construirlo. Este es un ejemplo claro de cómo aplicar el método Lean Startup desde la idea inicial.
En sus inicios, los fundadores de Airbnb pusieron en alquiler un par de colchones inflables en su departamento para alojar a asistentes de una conferencia. Esa primera prueba les permitió entender que había una necesidad no atendida y probar el concepto con poca inversión. Luego escalaron gradualmente, escuchando a sus usuarios y ajustando su modelo.
El fundador de Zappos, una tienda online de zapatos, empezó con una idea muy sencilla: tomar fotos de zapatos en tiendas locales y subirlas a internet. Si alguien compraba, iba a la tienda, los adquiría y los enviaba. Así validó que las personas estaban dispuestas a comprar zapatos en línea antes de invertir en inventario o en logística compleja.
Con estos casos podemos ver que validar antes de escalar es clave, y que la Metodología Lean Startup puede ayudar a evitar errores costosos y construir negocios exitosos que realmente resuelvan problemas reales.
Es importante mencionar que no necesitas ser un experto ni tener mucho dinero para aplicar la Metodología Lean Startup. Puedes validar tu idea de negocio desde donde estés: si aún estás en la universidad, si quieres emprender con tu equipo de trabajo o incluso si ya tienes un producto lanzado que no termina de despegar.
A continuación, te dejamos algunos consejos prácticos sobre cómo aplicar el método Lean Startup:
Cuando quieras validar una idea de negocio, recuerda que la Metodología Lean Startup, si bien no garantiza el éxito, sí te ayuda a minimizar errores y maximizar el aprendizaje en el proceso de emprender. Es una metodología flexible, ágil y centrada en el cliente. En un mundo donde todo cambia tan rápido, tener una herramienta que te permite adaptarte y evolucionar con el mercado es simplemente indispensable.
Así que si tienes una idea en mente, no esperes a tener todo perfecto. Empieza pequeño, valida pronto y mejora rápido.
Como diría Eric Ries: “El objetivo de una startup no es construir algo, sino aprender cómo construir un negocio sostenible”.
Y ahí está el corazón de qué es el método Lean Startup: crear con propósito, validar con usuarios reales, y construir productos que importen. Si quieres formar parte del nuevo mundo del emprendimiento, es hora de tomar decisiones con base en datos, no solo en intuiciones. Así es como nacen los negocios exitosos.
Directora de Emprendimiento en A-Hub.
Universidad Anáhuac Mayab