¿Alguna vez has sentido que tienes la idea millonaria para crear un negocio y no sabes ni cómo empezar? El mejor consejo que cualquiera puede darte es aprender de quienes ya han vivido esta experiencia anteriormente—y han resultado exitosos al final de todo.
Para esto, existen diferentes metodologías que académicos o empresarios han publicado; sin embargo a la hora de emprender hay obstáculos que coinciden: el miedo o la inseguridad de fracasar son cosas que constantemente se repiten en la mente de un emprendedor.
Existen herramientas y modelos que ayudan a superar la incertidumbre propia de estas situaciones, como Lean Startup propuesto por Eric Ries en 2011 y Business Model Canvas publicado por Alexander Osterwalder basándose en su libro anterior: Business Model Ontology en 2009; otros modelos evocan a la creatividad y la lluvia de ideas como Design Thinking creado por Tim Brown en 2008.
Y así como Lean Startup tiene como base la evidencia, lo que utiliza el Business Model Canvas es el espíritu empresarial basado en datos comprobables. En lugar de crear un complejo plan de negocios, los fundadores resumen sus hipótesis en un marco homónimo. Esencialmente, este es un diagrama de cómo una empresa creará valor para sí misma y para sus clientes, de forma que la misión y objetivos “se escriben solos.”
Aunque cada una tiene sus particularidades, tienen diferentes objetivos o ángulos distintos desde los que puedes atacar tu idea de negocio para plantearla de manera más eficiente y sin perder tanto tiempo en los particulares.
Si ninguna de estas metodologías te convence o crees que es demasiado compleja para emprender, Jayson DeMers, quien es fundador y CEO de Audiencebloom (una agencia de SEO en Seattle) enlista en su artículo publicado en Entrepreneur (2014) el método científico para emprendedores: 6 pasos para el éxito a largo plazo.
Para atravesar por estos modelos, es importante tener en mente algo clave: debes enamorarte del problema y no de la solución, ya que probablemente el negocio que te planteaste después de testearlo con diferentes métodos deba de ser modificado. Sin embargo, nunca olvides lo más importante: ya sea de la manera que quieras y con la metodología que prefieras, lo importante es empezar a emprender tu idea.