Quizás nunca te has fijado, pero ser mamá y ser emprendedora son dos cosas que tienen más en común de lo que te imaginas…
¡Piénsalo! Una de las más útiles herramientas de ser madre es contar con habilidades y tácticas para gestionar el tiempo, pues al no tener algún conocimiento, una mamá no titubea en obtener ayuda de expertos (¡o de Google!) y sabe que una dedicación inquebrantable hará toda la diferencia en la crianza de un buen hijo.
¿Suena familiar? En pocas palabras: no podrías estar mejor preparada para dirigir un negocio, que después de la experiencia de ser mamá. Todas estas habilidades, y más, son las que la mayoría de los empresarios deben de tener para iniciar un negocio, y como madre, tienes la ventaja de que —a pesar de que tienes que hacer malabares con tu tiempo, familia y trabajo— te convertirán en alguien muy eficiente en lo que hagas.
Sabemos que el camino del emprendimiento nunca es fácil, sin embargo, ser madre no impide que te conviertas en una gran empresaria— todo lo contrario, ayuda. Hoy te queremos presentar la trayectoria de 3 madres que se han abierto paso en el camino del #Mompreneur, quienes nos comparten sus tips y motivaciones para todas aquellas que necesiten un “empujoncito” para comenzar su aventura con negocio propio:
Mónica nos confiesa que nunca se ha arrepentido de la decisión que tomó, y aunque para ella fue difícil dejar la seguridad de recibir un sueldo quincenal, decidió hacer un cambio en su vida porque profesionalmente sentía que no estaba logrando lo que sabía que podía hacer; y, sobre todo, lo que le encantaba.
En esta entrevista, le preguntamos a la Mtra. Febles cómo lograr un balance entre una vida como madre y como mujer emprendedora, a lo que respondió que “no le llamaría balance, pues no hay manera realista de lograr tal cosa.”
“Cuando tienes compromisos con tu pareja, tus hijos y sus actividades, el trabajo, compromisos, familia extendida y amistades… más que balance, lo que siento es que soy malabarista y tengo unas 20 pelotas en el aire al mismo tiempo,” apuntó Mónica. “Lo que es fundamental para que mi vida funcione es ser extremadamente organizada y cada semana establecer en la agenda las prioridades que son inamovibles, que van cambiando semana con semana. Lo demás lo vamos acomodando. Tengo un esposo maravilloso que trabaja conmigo a la par para que nuestra familia funcione y siempre estemos presente uno de los dos en la vida de nuestros hijos; un equipo de trabajo muy dedicado y efectivo, apoyo en casa para todos los asuntos prácticos y una red de familia y amigos que entran al quite cuando más los necesito.”
Su testimonio no termina ahí, sino que tiene un consejo muy especial para las madres que quieran emprender, o emprendedoras que quieran ser mamás. El mensaje es muy claro: “Es fundamental que se acerquen a algún programa de apoyo para el emprendimiento. He visto muchos negocios fracasar porque no se realiza bien el due diligence. Ya cubriendo lo anterior, yo animaría a cualquier mujer a emprender, sea ya mamá o si lo tiene como parte de su plan de vida, porque ser dueña o socia de un negocio es mucho más compatible con ser madre. Te da la flexibilidad de combinar tus actividades personales con el trabajo al mismo tiempo que te desarrollas profesionalmente. Claro, a veces te sientes como que te vuelves loca, pero al final, vale mucho la pena.”
Nos cuenta que el balance entre su vida como madre emprendedora lo alcanza con planeación y organización de sus tiempos, pero que el equilibrio perfecto no existe, pues siempre se inclina la balanza para el lado que uno considera más importante. No obstante, si contamos con las personas correctas que nos faciliten la vida en nuestra casa y en nuestros negocios, podemos lograr un mayor contrapeso.
El más grande reto al que se enfrenta es poder disfrutar del papel de mamá siendo mamá, sin desviar su atención para resolver asuntos del trabajo y viceversa. Para Arelly, ser madre y emprendedora no son roles separados, sino que son complementarios que la ayudan a sentirse completa y cómoda como mujer.
Al preguntarle cómo motivaría a una madre para que comience a emprender, nos dijo que es posible “mostrándole la satisfacción que se experimenta al saber que eres capaz de ser madre y, adicionalmente, crear un mejor entorno para tus hijos."
"Creo que si sientes mucha pasión por tu sueño eres también capaz de contagiar esa sensación a otras personas, y creo que entre mamitas nos entendemos perfecto, generando lazos de empatía que se ven reflejados en el apoyo que tenemos las unas con las otras.”
“Esa es uno de las motivaciones más grandes, el saber que puedes aportar un beneficio social, además de un beneficio económico, y puedes rodearte de mujeres que comparten los mismos valores y han vivido las mismas situaciones que tú,” concluyó.
Para Ana Gabriela, lo que la motivó a emprender fue el deseo de dedicarse por completo a la actividad que más le apasiona y que le ha dado grandes satisfacciones. Nos comenta que su familia es el motor principal que la mueve a ser mejor cada día. Y, aunque el emprendimiento es una actividad que demanda mucho tiempo y energía, también lo comparte con sus seres queridos, quienes siempre le dan ánimos para seguir adelante.
Le preguntamos cuáles eran los retos a los que se enfrenta como madre y emprendedora, y señaló que debido a que apenas está iniciando su empresa, ponerla en marcha demanda mucho tiempo y esfuerzo.
“Como madre emprendedora procuro estar pendiente de mi hogar y mi familia, por fortuna mi trabajo lo hago desde casa, pero debo tener mucha disciplina para no descuidar ninguna de las dos cosas,” confiesa Ana Gabriela.
Concluyó con un mensaje para toda madre que quiera comenzar en este mundo de los negocios: “Emprender nos da la oportunidad de crecer personal, intelectual y laboralmente, y además contamos con el respaldo de programas gubernamentales que impulsan el emprendimiento y nos ponen en contacto con una comunidad muy grande de profesionales, de quienes también podemos aprender mucho. Para mí, ésta ha sido una de las experiencias más gratificantes y enriquecedoras de mi vida.”