América Latina y el Caribe son responsables del 20% de la cantidad global de alimentos que se pierden en la etapa de post-cosecha, lo que representa una quinta parte de todos los alimentos que se pierden a nivel mundial.
Las causas de la pérdida de alimentos difieren ampliamente a lo largo de la cadena de suministro alimentario. Algunas de las causas importantes de estas pérdidas son: las prácticas aplicadas en la cosecha y la manipulación, las dificultades en la comercialización de los productos y las condiciones de almacenamiento inadecuadas.
En contraparte, algunas de las estrategias que los productores pueden utilizar para disminuir las cifras de desperdicio de alimentos en la actualidad son:
- El uso de tratamientos térmicos y atmosfera modificadas.
- La microencapsulación de compuestos bioactivos.
- El uso de tecnología para mejorar la conectividad con los clientes.
La pandemia de COVID-19 ha puesto en riesgo el acceso de los alimentos para millones de personas, es por eso que el trabajo entre universidades, centros de investigación y productores es una pieza fundamental en el tema de seguridad alimentaria".
Así lo señaló la Dra. María José Rivas Arreola, coordinadora de la Licenciatura en Biotecnología de la Universidad Anáhuac Mayab, como parte del foro virtual “Seguridad Alimentaria Post-COVID 19” organizado por el Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED) y el Ministerio de Educación (MINED), a través del CONACYT del Salvador.
Lo anterior con el objetivo de dar a conocer a los productores de alimentos opciones de tecnologías para la reactivación agroalimentaria y asegurar su producción, calidad y valor nutricional.
La Dra. Rivas Arreola impartió la conferencia "Técnicas de manejo postcosecha para la disminución de pérdidas de alimentos" con el fin de promover que se aproveche al máximo los alimentos y reducir su costo final al usuario, contribuyendo a su accesibilidad.
Con ponentes de Chile, España y México, el foro se realizó los días 11 y 12 de noviembre. Estuvo dirigido a empresas y cooperativas del sector agropecuario, universidades y centros de investigación, organismos de cooperación internacional, proveedores agropecuarios, empresas y asociaciones del sector agropecuario.
