Me fui a estudiar a Madrid de enero a junio de 2017. La experiencia de vivir ahí estuvo padrísimo, ¡se lo recomendaría a cualquiera!
Cuando llegamos a Madrid había muchísimo frio. Justo había llegado una ola de viento polar que tenia muchísimo viento y traía mal tiempo a Madrid. Todos los madrileños nos decían que ese clima tan frio no era común de la zona y que no siempre era así. Comenzamos el semestre congelándonos pero fue un buen comienzo ya que después el frio no se nos hacia tan frio como los primeros días.
Llegar a vivir en un depa fue una experiencia diferente. En Europa todo es mas chico entonces nuestro depa no era tan grande. Vivíamos 3 amigas que estudiábamos diferentes cosas así que cada quien iba a clases a diferente horario y una de mis roomies a otra universidad.
La experiencia de ir al súper, pagar la renta, viajar en metro fue lo mas diferente, ya que en nuestras casas (como las 3 somos de Mérida) lo hacen nuestros papás y no nosotras.
Pero poco a poco nos fuimos acoplando a vivir ahí y conociendo la ciudad mejor cada día. Nunca nos perdimos en el metro, ni nos dejó un avión (por suerte!!).
Mi parte favorita de irme de intercambio es que en Europa todo te queda cerca. Viajamos todo lo que pudimos y a lugares cercanos y lejanos. Nuestro primer viaje fue a Sevilla y nuestro ultimo a los países Bálticos. Me encantó que de mi grupo de amigas de 13, 10 estábamos estudiando en Europa al mismo tiempo y nos fuimos a ver unas a las otras y organizamos viajes a distintos lugares juntas.
Aprovechamos cada fin de semana y cada vacación para viajar y conocer lo mas que pudiéramos. Viajábamos en avión, en camión o en tren dependiendo de la distancia. Llevábamos una maletita de mano chiquita con nuestra ropa con tal de no pagar maleta extra en las aerolíneas. ¡toda una experiencia!
Estuve muy feliz viviendo en Madrid, aunque los españoles sean un poco malhumorados, aprendimos a tratar a la gente y a comunicarnos para que ellos nos entendieran bien. Me encantó que hablamos el mismo idioma, lo que hacia todo mucho mas fácil. Todos los días salíamos a caminar por las calles de Madrid y siempre descubríamos algo nuevo.
Los primeros días éramos fans de la Gran Vía y al final ni queríamos irnos a parar ahí ya que estaba lleno de gente y de turistas (como si nosotras fuéramos locales). Me encantó conocer de cerca la cultura española, la comida y la gente. Ir al Mercado de San Miguel por unas tapas o a misa a la Catedral de la Almudena. Salir a correr al Retiro con frio y a pasear en los barquitos cuando hacia calor.